Es muy probable que alguna vez hayas experimentado dolor de cabeza, molestias en los ojos, enrojecimiento o incluso una disminución en la capacidad de visión. Aunque la mayoría de los afectados acude al oftalmólogo pensando que se debe a una patología, lo cierto es que la principal causante es la fatiga ocular.
La fatiga ocular no es una enfermedad o una patología que requiera de grandes tratamientos. De hecho, en la mayoría de los casos sus síntomas disminuyen o desaparecen con el descanso de los ojos. Sin embargo, a largo plazo puede dar origen a una degeneración ocular, principal causa de la ceguera. Como consecuencia, los expertos alertan acerca de la importancia de cuidar la vista mediante cristales adaptados, como las gafas para ordenador Alain Afflelou, que protegen de la «luz azul» que emiten los dispositivos electrónicos.
Fatiga ocular y sus síntomas
El cansancio visual surge cuando nuestros ojos han realizado un esfuerzo durante largas jornadas. Los ojos comienzan a resentirse y es normal que se experimente picor, escozor, enrojecimiento y molestias a la hora de enfocar, como la sensación de arenilla en la visión. A ello acompañan jaquecas o dolores fuertes de cabeza, ya que hemos realizado un gran esfuerzo por conseguir visualizar objetos y letras en la pantalla.
Hoy en día, la principal causa de fatiga ocular es la utilización prolongada de aparatos electrónicos como ordenadores y teléfonos móviles. Por ello, los expertos defienden que, cada cierto tiempo, es necesario apartarse y realizar descansos visuales, lo cual incluye enfocar a largas distancias durante algunos minutos. La razón es bien sencilla: nuestros ojos se encuentran «en reposo» cuando miran al horizonte. Por ello, observar a corta distancia -como ocurre en los ordenadores y dispositivos móviles- durante horas, supone un trabajo que acaba afectando a la visión. Además, estos dispositivos emiten la temida «luz azul», unos rayos azul-violeta que dañan las células de la retina y aumenta el riesgo de acabar padeciendo ceguera.
A pesar de ser conscientes de ello, en muchas ocasiones es complicado tomar las medidas adecuadas para proteger la visión, ya que muchos trabajos actuales precisan de un ordenador o un móvil para su desarrollo. En estos casos, lo mejor es recurrir a lentes que protejan de la luz azul y disminuyan la fatiga ocular. Los cristales de estas lentes están diseñados para evitar la penetración de los rayos azul-violeta y, de ese modo, proteger a la retina. Además, con estas gafas también se pueden corregir otros problemas visuales, como miopía o astigmatismo, de modo que pueden ser una opción de paliar varios problemas mediante una única solución.
En la actualidad, la mayoría de las marcas ofrece cristales que protegen de la luz azul, como ocurre con Alain Afflelou. Existen gafas sin graduación, para aquellos que no tengan otras dificultades, y con graduación, dependiendo de cada caso. No obstante, el uso de estos cristales es cada vez más recomendado por los oftalmólogos. La protección de la visión debe ser prioritaria a la hora de trabajar con luz azul. Entre otras medidas, los expertos recomiendan bajar el brillo de las pantallas o trabajar con un fondo oscuro en algunas aplicaciones, como el Word.