sábado, 23 noviembre 2024

Con beneficios, pero sin programa militar: Airbus se prepara para el combate

El fabricante aeronáutico Airbus acometerá un ajuste de 2.362 empleados en su división de Defensa y Espacio en Europa, de los que 630 de los puestos recortados corresponden a España. Los sindicatos rechazan de forma unánime la medida. No consideran que esté justificada. Y aunque desde CCOO “cuestionan” la decisión del Gobierno de otorgar a Indra la coordinación del Programa Europeo de Defensa, FCAS (Future Combat Air System), en detrimento de Airbus, desvinculan esta decisión de las medidas adoptadas de la compañía. Desde UGT niegan incluso que responda a una coyuntura económica y recuerdan que Airbus “fabrica más que nunca y vende más nunca”. La organización sindical cree que los despidos responden a una estrategia de “desmantelar el tejido industrial en España para favorecer el de otros países como Alemania”. Los trabajadores planean una huelga y una gran movilización en Madrid, a finales de marzo .

Por lo pronto, “no hay mesa de negociación abierta, porque de forma unánime rechazamos el plan, y nos hemos negado a sentarnos, al menos, hasta que se cierre el período de consultas con el comité de empresa europeo, que concluirá en junio”, ha afirmado Juan Antonio Vázquez, secretario del Sector Material de Transporte, Electrónica y TIC de UGT, en declaraciones a MERCA2.

De los 13.000 trabajadores de Airbus, 9.000 trabajan en la división de Defensa y Espacio. El fabricante aeronáutico francés plantea 2.362 despidos en Europa, de los que 630 se afectarían a trabajadores de las plantas en España.

“Rechazamos la medida, por las ganancias que tiene la compañía en la división civil” ha explicado José Manuel Moreno, secretario general de Industria de CCOO Andalucía y Airbus a MERCA2, que habla de “pingües beneficios” en esta sección. “Para equilibrar la división civil y la de defensa propusimos que se instalara una nueva Línea de Montaje Final (FAL) del modelo A320 en España, pero Airbus ha decidido instalarla en Toulouse (Francia)”, pese a lo cual, el sindicato propone “incrementar la carga de producción en la división civil en España, derivada de esa nueva línea de montaje, que venga a compensar la reducción en la división de defensa”, ha manifestado Moreno.

CCOO estructura sus reivindicaciones en cuatro ejes. En primer lugar, la protesta sindical se sustenta en el rechazo a la reestructuración que plantea Airbus, “la empresa tiene músculo financiero” para afrontar desequilibrios entre sus divisiones. En segundo lugar, CCOO aboga por proteger al conjunto del sector “cuando Airbus se resfría, la industria auxiliar sufre pulmonía”, alega Moreno. Por otro lado, “pretendemos la participación del Gobierno, como socio empresarial a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), es decir, crear una mesa interministerial para desarrollar un plan industrial en Airbus, que proteja a la compañía y también al sector”, explica el representante sindical. El cuarto eje se vertebra entorno a una huelga de trabajadores y una gran movilización a finales de marzo en Madrid.

Desde UGT “llevamos años denunciando que la compañía está intentando desmantelar todo el conocimiento desarrollado durante décadas, y lo está haciendo progresivamente”, ha aseverado Vázquez. “La compañía tiene que recuperar sus objetivos fundacionales en nuestro país: cubrir las necesidades del Estado en materia de Defensa nacional, promover el desarrollo tecnológico e industrial y generar el empleo de calidad”, ha manifestado el portavoz de UGT.

Y para conseguir reconducir la situación y presionar a Airbus para replantearse la ejecución de estos despidos, para las organizaciones sindicales se antoja imprescindible la intervención del Gobierno, “como accionista de la compañía a través de la SEPI, para que se involucre en el conflicto laboral con Airbus para proteger, no sólo a los trabajadores de la compañía, sino a toda la industria aeronáutica y aeroespacial del país”, reclama Moreno.

En este sentido, desde UGT se muestran “satisfechos” con el papel del Ejecutivo, al menos en la posición que mantiene ante el conflicto, “el Gobierno está alineado con las demandas de los trabajadores, porque es un profundo conocedor de la situación con la compañía”, ha manifestado Juan Antonio Vázquez, secretario del Sector Material de Transporte, Electrónica y TIC de UGT, en declaraciones a MERCA2.

EL SECTOR AEROESPACIAL Y DE LA AERONAÚTICA EN JUEGO

Más allá de la defensa y protección de los trabajadores de Airbus, “nuestra preocupación se centra en el impacto que pueda tener esta medida en la industria auxiliar”, ha comentado Moreno que cifra en 108.000 los empleos de este sector en España y que supone el 0,77% del PIB español. “La industria auxiliar tiene mucho menos músculo financiero y no podrá superar un envite de este tipo”, por eso “nuestro temor es que se sucedan los ERES en cadena”, apostilla el representante sindical de CCOO.

Desde UGT coinciden en destacar este riesgo: “no estamos ante una situación de ajuste, está en juego el futuro de la industria aeroespacial”, ha señalado Vázquez.

AIRBUS, FUERA DEL PROGRAMA MILITAR FCAS

La UE ha destinado 200.000 millones de euros para desarrollar el FCAS, un ambicioso programa militar que se encargará de impulsar el nuevo Eurofighter, el avión de combate europeo. Solo tres países miembros serán parte del proyecto: España, Francia y Alemania. “En estos dos últimos países Airbus participa en el programa militar, en España no”, ha recordado el portavoz de UGT.

El Gobierno dio la concesión a Indra de la coordinación del Programa Europeo de Defensa. Entonces, Airbus ya dejó caer en más de una ocasión que el dar a la empresa española la capacidad de dirigir el desarrollo del nuevo Eurofighter era un grave error, tal y como publicaba MONCLOA.COM. Pero tras varios meses sin que el Gobierno diera señales de querer cambiar de idea, Airbus daba un paso: recortar 2.362 empleos en su división de Defensa y Espacio, de los cuales 630 están en España.

Desde Airbus han deslizado que solo ellos cuentan con los profesionales y el equipo adecuado para llevarlo a cabo de forma eficiente. Tal fue el nivel de presión que incluso obligó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a tomar cartas en el asunto y dar, de puertas para fuera, una imagen de cordialidad y estabilidad.

“Cuando hay un proyecto tan importante para Europa, todas las compañías con el prestigio y la importancia de Airbus, que van a tener un papel muy importante, se ponen a trabajar conjuntamente”, mencionó Robles en septiembre.

Pero lo cierto es que la empresa francesa ya había dejado caer la posibilidad de despedir a muchos de sus empleados en España si no recibía la partida de 6.000 millones de euros iniciales que se concederán a quien coordine el FCAS. 


- Publicidad -