Casi podría decirse que la octava gala de OT 2020 ha ido «sobre ruedas». Ha sido así ya que, por un lado, los fans del programa han podido materializar una expulsión que llevaban tiempo queriendo, la de Jesús. Por otro lado, la lesión de Samantha la ha dejado postrada en una silla de ruedas, sobre la que se ha movido durante toda la gala. Afortunadamente, la cantante no tiene ningún hueso roto, tal y como confirmó Noemí Galera. Sin embargo, los médicos decidieron que permaneciera parcialmente inmóvil por su seguridad. «No tiene nada roto pero, de momento, le han inmovilizado la rodilla» explicó la directora de casting en Twitter.
No obstante, un pequeño detalle de la gala ha llamado la atención a los fans, que han cargado contra el programa a través de esta red social. Juzgan que la academia ha caído en tratos no equitativos según qué concursante. Este detalle no ha pasado desapercibido. Creen que el equipo de Gestmusic ha acabado por «humillar» públicamente a uno de sus concursantes.
Precisamente, creen que esto ha ocurrido con Jesús, como agravante en el día en el que ha sido expulsado de la academia. Su expulsión ha estado rodeada de polémica, y es que algunos apuntan a que gran parte de la audiencia se ha dejado llevar por el «odio» en su expulsión.
Lo que ha indignado a los seguidores de OT ha sido el supuesto trato desfavorable a Jesús en comparación con Eli. Eli es la concursante que fue expulsada anteriormente por motivos algo parecidos: fueron sus palabras y actitud las que hicieron que la audiencia decidiera que no debía seguir formando parte del concurso.
2CUESTIONAN LA DECISIÓN DE LA DIRECCIÓN DE OT 2020
Una seguidora ha llegado a recuperar un tuit de Tinet Rubira, el director de Gestmusic, en el que declaró sobre la decisión de no detallar el porcentaje durante la expulsión de Eli. «Se hará siempre que se decida que es lo mejor para el bienestar de nuestros concursantes», detalló Rubira. Sin embargo, tal medida no se ha aplicado con Jesús.
Así, hay quien se pregunta si la academia ha mirado por el bienestar del concursante, o se ha dejado llevar por el sensacionalismo.