A todos nos gustan las pipas de girasol. Parecen ser el tentempié perfecto cuando estamos viendo una película, para acompañar una conversación y, sobre todo, cuando éramos más pequeños. Sin embargo, ¿cómo de buenas son para nuestro organismo?
Existen varias razones para ingerirlas. Siempre de forma controlada, no hay nada de malo en comer unas cuantas. No obstante, el problema que suelen presentar es que, una vez que empiezas, no sabes realmente cuándo parar. Y lo que iba a ser coger un par termina acabándose la bolsa por completo.
Y es que lo malo es que también existen algunas razones por las que es mejor mantenernos lejos de ellas. Por ello, hay que tener especial cuidado si es que vamos a introducirlas en nuestra cesta de la compra. Descubre 5 razones por las que sí tomar pipas de girasol y otras 5 por las que es mejor evitarlas a toda costa.
8Comer muchas pipas de girasol aumenta el riesgo de accidente cardiovascular
Uno de los componentes principales de estas semillas es el sodio. Esto quiere decir que consumirlas en exceso no es demasiado bueno para nuestra salud cardiovascular.
Además, no solo debemos pensar en el sodio que contiene la propia pipa, que es lo de menos, sino también el de la cáscara y la que se le añade cuando las cuecen.
Por ello, si eres una persona hipertensa o que debe mantenerse alejada de la sal, es recomendable mantenerse también alejado del consumo de pipas de girasol.