A todos nos gustan las pipas de girasol. Parecen ser el tentempié perfecto cuando estamos viendo una película, para acompañar una conversación y, sobre todo, cuando éramos más pequeños. Sin embargo, ¿cómo de buenas son para nuestro organismo?
Existen varias razones para ingerirlas. Siempre de forma controlada, no hay nada de malo en comer unas cuantas. No obstante, el problema que suelen presentar es que, una vez que empiezas, no sabes realmente cuándo parar. Y lo que iba a ser coger un par termina acabándose la bolsa por completo.
Y es que lo malo es que también existen algunas razones por las que es mejor mantenernos lejos de ellas. Por ello, hay que tener especial cuidado si es que vamos a introducirlas en nuestra cesta de la compra. Descubre 5 razones por las que sí tomar pipas de girasol y otras 5 por las que es mejor evitarlas a toda costa.
5Las pipas de girasol previenen el Parkinson
Gracias a la vitamina E que contienen las pipas, nutriente vital para la salud, también son recomendables para prevenir ciertas enfermedades.
Una de las más importantes es la enfermedad del Parkinson, que afecta al movimiento y dificulta la realización de acciones cotidianas e imprescindibles como puede ser andar, hablar e incluso comer.
Debido al efecto neuroprotector de este tipo de vitamina, las semillas de girasol reducen el riesgo de padecer dicha enfermedad degenerativa.