sábado, 23 noviembre 2024

Te damos 5 razones para comer pipas de girasol, y 5 para no acercarte a ellas

A todos nos gustan las pipas de girasol. Parecen ser el tentempié perfecto cuando estamos viendo una película, para acompañar una conversación y, sobre todo, cuando éramos más pequeños. Sin embargo, ¿cómo de buenas son para nuestro organismo?

Existen varias razones para ingerirlas. Siempre de forma controlada, no hay nada de malo en comer unas cuantas. No obstante, el problema que suelen presentar es que, una vez que empiezas, no sabes realmente cuándo parar. Y lo que iba a ser coger un par termina acabándose la bolsa por completo.

Y es que lo malo es que también existen algunas razones por las que es mejor mantenernos lejos de ellas. Por ello, hay que tener especial cuidado si es que vamos a introducirlas en nuestra cesta de la compra. Descubre 5 razones por las que sí tomar pipas de girasol y otras 5 por las que es mejor evitarlas a toda costa.

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Nos ayudan a controlar nuestro peso

perder peso

Gracias al triptófano, que también está presente en otro tipo de semillas, las pipas de girasol nos pueden ayudar a controlar el peso. Esto se debe a que dicho aminoácido es un gran regulador del apetito.

Además, este tipo de semillas se consideran un alimento saciable. Por ello, siempre es bueno tener unas cuantas a mano para esos ratos entre horas en las que nos apetece picar algo.

También contienen ácido clorogénico. Evidencias científicas afirman que este podría ser conveniente para perder peso. Asimismo, contienen también grasas saludables que nos ayudarán a perder grasa no beneficiosa.


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