A todos nos gustan las pipas de girasol. Parecen ser el tentempié perfecto cuando estamos viendo una película, para acompañar una conversación y, sobre todo, cuando éramos más pequeños. Sin embargo, ¿cómo de buenas son para nuestro organismo?
Existen varias razones para ingerirlas. Siempre de forma controlada, no hay nada de malo en comer unas cuantas. No obstante, el problema que suelen presentar es que, una vez que empiezas, no sabes realmente cuándo parar. Y lo que iba a ser coger un par termina acabándose la bolsa por completo.
Y es que lo malo es que también existen algunas razones por las que es mejor mantenernos lejos de ellas. Por ello, hay que tener especial cuidado si es que vamos a introducirlas en nuestra cesta de la compra. Descubre 5 razones por las que sí tomar pipas de girasol y otras 5 por las que es mejor evitarlas a toda costa.
2Previenen los problemas en el embarazo
Las semillas del girasol también son una fuente muy rica en ácido fólico. Esta vitamina B es esencial en nuestro organismo para realizar la división celular y hacer el material genético.
Por esta razón, es tan importante durante el embarazo. Bajos niveles de dicha vitamina podrían aumentar riesgos de defectos en el tubo neural y la espina bífida del bebé. Además aumentan las probabilidades de que este nazca prematuro o bajo de peso.
Por ello, si eres una mujer embarazada es bueno consumir este tipo de semillas con el objetivo de que el bebé se forme de la manera adecuada y nazca con una salud fuerte.