A todos nos gustan las pipas de girasol. Parecen ser el tentempié perfecto cuando estamos viendo una película, para acompañar una conversación y, sobre todo, cuando éramos más pequeños. Sin embargo, ¿cómo de buenas son para nuestro organismo?
Existen varias razones para ingerirlas. Siempre de forma controlada, no hay nada de malo en comer unas cuantas. No obstante, el problema que suelen presentar es que, una vez que empiezas, no sabes realmente cuándo parar. Y lo que iba a ser coger un par termina acabándose la bolsa por completo.
Y es que lo malo es que también existen algunas razones por las que es mejor mantenernos lejos de ellas. Por ello, hay que tener especial cuidado si es que vamos a introducirlas en nuestra cesta de la compra. Descubre 5 razones por las que sí tomar pipas de girasol y otras 5 por las que es mejor evitarlas a toda costa.
10Mal olor en el sudor
El mal olor en el sudor es otro de los efectos secundarios que puede provocar el abuso en el consumo de pipas.
Este se debe a su gran cantidad de selenio. Las pipas aportan 50mg cuando la cantidad recomendada es de 70. En caso de mezclarlas con otros alimentos, nos excedemos enseguida en su consumo.
Este exceso en la sangre puede provocar malos olores no solo en el sudor, sino también mal aliento y que el cabello y las uñas se vuelvan débiles.