Las grandes marcas invierten mucho en publicidad para promocionar sus productos. Pero en ocasiones pueden ir algo más allá y trolear a otros competidores en algunos anuncios publicitarios o en redes sociales. Esto tiene un gran impacto mediático que es lo que buscan. Algunos ejemplos en el mundo del motor está en los troleos de marcas como BMW, Audi, Jaguar, etc.
Este tipo de campañas algo dudosas pueden también volverse contra el que la ha iniciado. Si al que va dirigido el troleo tiene un poco de picaresca e inteligencia, puede devolverle el golpe y que el efecto entre los usuarios tenga un giro inesperado. Por eso, se deben manejar con cuidado para no perjudicar a la marca más de lo que puede beneficiarla…