La imposibilidad de los jóvenes para acceder a una primera vivienda es uno de los temas que amenaza al sector inmobiliario en España. La precariedad laboral y los bajos salarios acentúan la incapacidad de este target para hacer frente a la entrada inicial, unido a la temporalidad del empleo juvenil que hace casi inviable el acceso a un crédito hipotecario.
El arrendamiento se ha convertido en la única salida viable para los jóvenes menores de 29 años, en el mejor de los casos. Las otras dos opciones son o compartir casa o no emanciparse, debido al alto precio del alquiler.
Según el Observatorio Social de La Caixa, desde el comienzo de la crisis económica se está produciendo un descenso acelerado de jóvenes propietarios de una vivienda: en 2019 apenas el 26% menores de 29 años tienen un inmueble propio, un dato muy alejado de 2008, cuando el porcentaje alcanzaba el 54%.
De hecho, el estudio desvela que, para acceder a una vivienda en propiedad, algunos jóvenes deberían dedicar más del 60% de sus ingresos mensuales a pagar el préstamo hipotecario. Un porcentaje que casi duplica los estándares financieros utilizados por las propias entidades financieras que recomiendan no dedicar más del 30%-35% de los ingresos mensuales.
EFECTO EXPULSIÓN
Esta situación ha provocado que el 48,9% de los jóvenes menores de 29 años vivían de alquiler en 2019, frente al 32,3% en 2008. Pero precisamente en el mercado del arrendamiento es donde se registran los mayores incrementos de precios, por lo que a muchos jóvenes no les queda más remedio que retrasar la emancipación.
El acceso a la vivienda en España es el principal desafío del sector hoy y, ante el bajo porcentaje de compradores jóvenes que acceden por primera vez a una vivienda, el mercado inmobiliario queda en manos de inversores y de particulares que realizan compra de vivienda por reposición.
Durante la mesa redonda El reto del accedo a la vivienda organizado por preciosdevivienda.es, el director general de Vivienda y Suelo del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Francisco Javier Martín Ramiro, ha destacado que los jóvenes han sufrido un proceso de expulsión. Y ha llamado a la colaboración público-privada para lograr un modelo inmobiliario que no sea especulativo, “sino puramente social”.
MISIÓN IMPOSIBLE
Desde el inicio de la crisis, se ha producido una caída importante de la capacidad de compra de una vivienda por parte de los jóvenes. Y este asunto se acentúa con la tendencia de una mayor temporalidad del empleo juvenil.
Según han informado a este medio fuentes del sector, el segundo mayor desafío del sector es el descenso de la confianza de todos los actores económicos: promotores, consumidores e incluso la propia banca.
Para el presidente de la Comisión Residencial de ASIPA, Javier Rodríguez Heredia, explica que el parque de vivienda social y protegida en España se sitúa en el 3,5% frente al 35% de los países europeos. Por tanto, “es urgente generar más oferta en estos segmentos, porque la oferta de alquiler libre siempre ha funcionado”.
En este sentido, la presidenta de Observatori Metropolità de L´Habitatge de Barcelona, Carmen Trilla, aboga por el alquiler social y asequible. Y apuesta por cambiar el sistema financiero para que dé préstamos a las empresas que promuevan el alquiler y revise la fiscalidad sobre la vivienda protegida o social, “con un IVA, por ejemplo, excesivo”.
Trilla se muestra contraria al control del alquiler, y aboga por llevar a cabo una política para rebajar los alquileres por la vía de bonificar al propietario, por ejemplo, con precios más bajos que enfríen así el mercado.
MADRID Y BARCELONA
Ante el avance descontrolado del precio del alquiler, las administraciones públicas no acercan posturas. Es el caso de la Comunidad de Madrid y Cataluña. Se trata de dos modelos antitéticos de enfrentarse a un mismo desafío: la Generalitat ha aprobado un decreto de medidas urgentes para contener los precios, mientras que Madrid ha anunciado que no aplicarán ninguna medida y que el mercado se autorregulará.
Madrid y Barcelona sirven de termómetro de precios y se observa con lupa cualquier cambio en estas zonas. Si bien es cierto que en 2020 se está produciendo una ralentización en el precio del alquiler, existen distritos o zonas limítrofes que aún experimentan aumentos de precio. Pero se trata de algo normal, según los expertos, que esperan que este efecto se produzca con retraso en el resto de zonas.
JÓVENES Y VIVIENDA OBRA NUEVA
Pese a los malos datos, el informe Perfil del Comprador Aedas Homes, desvela que el 23,4% de los clientes de la promotora en 2019 tenían entre 25 y 34 años, lo que supone 5,2 puntos más que en 2018.
Para el CEO de Aedas Homes, David Martínez, “los jóvenes deben ser la demanda natural de la vivienda de obra nueva. El sector inmobiliario y las administraciones debemos facilitarles el acceso a una casa para que vuelvan a ser los protagonistas. Si no tienen acceso a una vivienda, no hay futuro”.