Los frutos secos siempre han tenido mala fama, sobre todo, cuando se les relacionaban con un aumento de peso cuando se consumían de forma diaria. No hay que hacer caso a esto, pues los frutos secos no es que no beneficiosos, sino que entran dentro de una dieta mediterránea saludable. Tres características comunes tienen los frutos secos, se trate de los que se trate.
Contienen grasas saludables y proteínas beneficiosas para el organismo, además de tener vitaminas del tipo D y E. Si quieres saber cuáles son las tres eses que deben de cumplir los frutos secos, así como cuáles son los mejores, te animamos a que nos sigas.
Frutos secos saludables, sanos y sencillos
La mala prensa que tienen los frutos secos viene de que tienen un alto contenido en grasas (50% y 70%) y por su densidad energética (180 kilocalorías por cada 100 gramos). Los frutos secos son una fuente excelente de nutrientes que son esenciales para el organismo. Contienen proteínas, fibra, minerales, vitaminas D y E y antioxidantes.
No dejes de comer frutos secos, pues son beneficiosos para la salud.
Gracias a todo esto, los frutos secos son capaces de ayudar a controlar el colesterol y a bajar los triglicéridos, a los que a menudo no se le da la importancia que tienen. La coagulación de la sangre también se ve beneficiada y mejoran la salud de los vasos sanguíneos.
Evidentemente la mala fama que tienen es por lo de siempre, por no saber comer de forma equilibrada. No es lo mismo comer al día 100 gramos de un producto que 50 gramos. Según la Fundación Española del Corazón aconseja que se coman 50 gramos diarios de frutos secos. Los estudios han anunciado que cada tres españoles nunca toman al menos del 8% recomendado. Se recomienda que se coman siempre crudos y sin sal.
Problemas óseos o digestivos
Cuando se tienen problemas óseos lo ideal es comer almendras y piñones. Las almendras contienen mucho calcio y por lo tanto, son opción ideal para poder incrementar los niveles de este mineral en el hueso.
Por otra parte en los piñones puedes encontrar zinc que ayuda a la formación y a la mineralización de articulaciones y huesos.
Las nueces y los pistachos ayudan al sistema digestivo. Cuando una persona es sedentaria, no come suficiente fibra y no bebe agua vienen los problemas de estreñimiento. Los pistachos son muy buenos para los intestinos.
Colesterol y diabetes
Cuando se tiene el colesterol elevado hay que tomar almendras, nueces y avellanas. Estos tres aportan beneficios al sistema circulatorio. Poseen altos grados de ácidos grasos poliinsaturados y monoiinsaturados. Las nueces tienen mucho omega 3. Este reduce los niveles de los triglicéridos y del colesterol, así como baja la presión arterial.
Las almendras y las avellanas aminoran los niveles de lípidos en la sangre y homocisteína. Este es un aminoácido que en grandes cantidades es capaz de dañar el revestimiento de las arterias y sube el riego de bloqueo de los vasos sanguíneos.
Para la diabetes se debe de comer pistachos anacardos y piñones. Estos tres poseen oligoelementos, sobre todo en magnesio. Este último es un coadyuvante de la resistencia de la insulina. Los anacardos son los más beneficiosos.
Sobrepeso y demencia
Las nueces, las almendras y las avellanas se deben de consumir cuando se tiene sobrepeso. Se ha demostrado que la dieta rica en frutos secos, no aumentan el peso corporal. Al tener un efecto saciante se come mucho menos cantidad.
La demencia puede ser controlada con las avellanas y las almendras. Gracias a su vitamina E baja el retraso de la demencia. Se relaciona con un menor deterioro cognitivo, por lo tanto, el alzhéimer se puede beneficiar de estos frutos.
Después de hablar de todos los frutos secos más óptimos que existen hay que destacar que todos tienen tres características fundamentales que los unen. Son sencillos, son sanos y son altamente saludables. ¡No dejes de comer frutos secos y ayuda a tu organismo!
