Talgo obtuvo un beneficio neto de 38,4 millones de euros en 2019, el doble (+116%) que el año anterior, impulsado por la reducción de los gastos financieros y el incremento de la actividad industrial ante la fabricación de nuevos pedidos de trenes, entre ellos los nuevo AVEs que debe entregar a Renfe a partir de 2021.
La compañía que preside Carlos de Palacio elevó un 23,8% sus ingresos durante el pasado ejercicio, hasta sumar 401,7 millones de euros.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, se situó en 68,1 millones de euros y progresó así un 17,1%, a pesar del descenso de un punto porcentual registrado en su margen, que se situó en el 16,9%.
Talgo asegura que estos resultados son reflejo del «esperado incremento en su actividad industrial, del mantenimiento de una rentabilidad atractiva en línea con el ‘mix’ de proyectos en cartera, y con una gestión comprometida con la sostenibilidad y con los accionistas».
En términos de cartera, la compañía logró nuevos pedidos por valor de 1.134 millones de euros durante 2019, de forma que al cierre del año contaba con una cartera valorada en 3.347 millones de euros.
POSITIVAS PERSPECTIVAS
Talgo asegura contar con «positivas perspectivas» de seguir incrementando esta cartera. En la actualidad trabaja en unas veinte oportunidades cuya adjudicación se espera en los dos próximos años, que suman un valor estimado 8.400 millones de euros, el 60% de ellos corresponden a proyectos en Reino Unido y España.
Al cierre de 2019, Talgo había presentado ofertas a pedidos por valor de 5.200 millones de euros, si bien la mitad de este importe corresponde al pedido de trenes para el AVE de Reino Unido por el que puja.
En paralelo, el fabricante trabaja activamente en buscar nuevas oportunidades a medio y largo plazo, y para ello analiza un mercado de unos 6.000 millones de euros.