Cuando se tiene gastroenteritis es que un virus te ha provocado una inflamación de los intestinos y del estómago que hace que tengas dolores de estómago, fatiga, vómitos, diarrea, mareos, debilidad, dolor de cabeza, malestar general y en el peor de los casos, fiebre.
Esta suele durar unos cuantos días, pero las primeras 24 horas son las peores en lo que a síntomas se refiere. No suele ser preciso tomar ningún tipo de medicamento, pero si la fiebre es alta es conveniente ir al médico o tomar algún analgésico.
Lo principal cuando se tiene gastroenteritis es que te hidrates bien. Las diarreas y los vómitos hacen que pierdas muchos líquidos, por lo que corres riesgo de deshidratación. Además, también es necesario que tengas reposo y ayuno. Las bebidas isotónicas, que no Acuarius, y suero oral son buenas para que te recuperes un poco antes y te sientas mejor.
Después de que asimiles los líquidos puedes ir introduciendo poco a poco algo de sólidos siempre que sean astringentes y sin fibra, para que el intestino se vaya normalizando.
6Patata hervida “estrujada”
Lo que viene siendo la patata cocida estrujada de toda la vida es lo más recomendable para que tu estómago se vaya asentando y que tu intestino se ralentice después de sufrir una gastroenteritis.
La piel de las patatas tiene vitamina C y el resto del tubérculo vitamina A, B1, B2 y B6. Además, también te aportarán minerales como el fósforo, el potasio, el hierro, el calcio, el magnesio y el sodio. Las patatas son en su mayor parte agua y contienen almidón, fibra, ácido fólico, hidratos de carbono y calorías. Sin embargo, cuando las cueces jamás llegarán a igualar a las calorías que contienen si las fríes.
Es recomendable tomar patatas cocidas cuando se está malo del estómago, entre otras cosas, porque ayuda a que se te pase la acidez de los vómitos y el malestar de las diarreas.