Podemos llegar a obsesionarnos con la dieta y con querer adelgazar mucho y rápido. El problema es que esos dos conceptos también son sinónimos de carencias nutricionales y efectos rebote.
Para que una dieta realmente adelgace no es necesario pasar hambre o pelearte con el peso a diario. Lo más importante es un cambio de mentalidad y de hábitos diarios. No solo tienes que modificar tu forma de comer, también es necesario que todo tú dé un giro de 180 grados.
El ejercicio es vital en una buena dieta y para adelgazar evitando que se te quede la carne flácida. Muchas veces queremos perder tanto peso que se nos olvidan los efectos secundarios, tanto los de salud como los físicos.
Te diré algunos trucos para que tu peso comience a descender sin que tengas que matarte de hambre.
8Dieta y deporte
Como te he dicho al principio, dejar de comer o hacer una dieta demasiado restrictiva es perjudicial para tu salud. No deberías perder peso antes de que tu cuerpo lo vaya asimilando. Las personas que tienen cambios bruscos de volumen sufren de las antiestéticas bolsas de piel sobrante.
Para evitar que esto suceda debes perder peso de forma gradual y a la vez hacer algún tipo de ejercicio. El deporte es fundamental cuando quieres adelgazar.
No se trata de que te hagas una maratón. Hay ejercicios sencillos para hacer en casa que pueden ir tonificando tus músculos a la vez que haces cosas cotidianas. Andar media hora al día es imprescindible tanto como para mantenerse en la línea como para evitar factores de riesgo que puedan acarrearte enfermedades peligrosas.