Podemos llegar a obsesionarnos con la dieta y con querer adelgazar mucho y rápido. El problema es que esos dos conceptos también son sinónimos de carencias nutricionales y efectos rebote.
Para que una dieta realmente adelgace no es necesario pasar hambre o pelearte con el peso a diario. Lo más importante es un cambio de mentalidad y de hábitos diarios. No solo tienes que modificar tu forma de comer, también es necesario que todo tú dé un giro de 180 grados.
El ejercicio es vital en una buena dieta y para adelgazar evitando que se te quede la carne flácida. Muchas veces queremos perder tanto peso que se nos olvidan los efectos secundarios, tanto los de salud como los físicos.
Te diré algunos trucos para que tu peso comience a descender sin que tengas que matarte de hambre.
6Tiempo y compañía
Es importante, si quieres adelgazar o mantener una dieta saludable, que tengas en cuenta las horas a las que comes y cuánto. Si comes antes de las tres de la tarde comerás menos cantidad porque tus hormonas de la saciedad están en su punto óptimo. Mientras que si lo haces después de esa hora están alicaídas y comerás el doble.
Tampoco es recomendable que comas y te acuestes, debes esperar dos horas al menos y no hacer cenas copiosas. Es preferible merendar bien y hacer una cena ligera.
Un dato curioso es que las personas que comen solas engordan más que las que lo hacen acompañadas, y ya si son las que lo hacen en familia, directamente adelgazan. Cuando estás solo tiendes a comer más, te aburres y comes y lo peor es que no masticas. Los alimentos hay que masticarlos para que la tarea del estómago sea más sencilla y la comida dure menos tiempo en el organismo.
Si comes con otra persona tiendes a hablar y a comer más sosegadamente. Y si lo haces con tus hijos pequeños, el estrés de que no se tiren el puré encima harás que comas de pie.
