Podemos llegar a obsesionarnos con la dieta y con querer adelgazar mucho y rápido. El problema es que esos dos conceptos también son sinónimos de carencias nutricionales y efectos rebote.
Para que una dieta realmente adelgace no es necesario pasar hambre o pelearte con el peso a diario. Lo más importante es un cambio de mentalidad y de hábitos diarios. No solo tienes que modificar tu forma de comer, también es necesario que todo tú dé un giro de 180 grados.
El ejercicio es vital en una buena dieta y para adelgazar evitando que se te quede la carne flácida. Muchas veces queremos perder tanto peso que se nos olvidan los efectos secundarios, tanto los de salud como los físicos.
Te diré algunos trucos para que tu peso comience a descender sin que tengas que matarte de hambre.
5Planificación de la dieta
Hoy en día, estés a dieta o no, debes organizar el poco tiempo de que dispones y perder una tarde en hacer un plan de comidas por semanas o por quincenas si quieres variar un poco más los menús.
Piensa qué semana te aguarda.
- Si es más movida, tanto a nivel mental como físico, mete hidratos de carbono extra.
- Si vas a estar en modo sedentario de mente y de cuerpo, es mejor que los disminuyas.
Hacer una planificación de las comidas te ahorrará tiempo a la hora de cocinar, te dejará pensar mejor la comida que escoges cada día y algo un poco más superficial, pero también importante, tu cartera te lo agradecerá.
Cuando vas a comprar con una lista elaborada te centrarás en coger lo que necesitas para cada menú y serán menos las cosas que metas por antojo.