Podemos llegar a obsesionarnos con la dieta y con querer adelgazar mucho y rápido. El problema es que esos dos conceptos también son sinónimos de carencias nutricionales y efectos rebote.
Para que una dieta realmente adelgace no es necesario pasar hambre o pelearte con el peso a diario. Lo más importante es un cambio de mentalidad y de hábitos diarios. No solo tienes que modificar tu forma de comer, también es necesario que todo tú dé un giro de 180 grados.
El ejercicio es vital en una buena dieta y para adelgazar evitando que se te quede la carne flácida. Muchas veces queremos perder tanto peso que se nos olvidan los efectos secundarios, tanto los de salud como los físicos.
Te diré algunos trucos para que tu peso comience a descender sin que tengas que matarte de hambre.
2Modo calculadora
Hay unos pequeños seres que primero se meten en tu armario por la noche y te encogen la ropa y luego se acuestan contigo y te agrandan el culo. Son las temidas calorías. No debes llevártelas a dormir, ni a comer, ni a pasear. Estar todo el santo día mirando las calorías de cada alimento no es bueno.
Hay muchas personas que usan una dieta en la que, para poder adelgazar, tienen que ir sumando cada cosa que se comen. No es lo mismo comer cien calorías de patatas fritas que de verdura. Lo que tienes que tener en cuenta es la calidad de los alimentos que consumes a diario en vez de obsesionarte con las calorías.
Otra cosa que NO DEBES HACER es estar pesándote continuamente. Todas las personas no tienen el mismo metabolismo. Puede ser que tú tardes una semana en perder dos kilos y yo un mes. En lo que te debes fijar es en el volumen que pierdes y no en el IMC. La ropa es el mejor método de medida que existe.