Pese a que en España sigue predominando la vivienda en propiedad, la tendencia actual es la opción del arrendamiento, sobre todo, en el caso de los jóvenes. Un segmento que deja de ser el objetivo de las inmobiliarias, que ahora apuestan por el cliente que busca vender su casa para comprar otra, generalmente de obra nueva.
La compraventa de viviendas registró un descenso del 3,3% en 2019, lo que supone un frenazo a la tendencia alcista iniciada en 2013, tras el estallido de la burbuja del ladrillo en España. Pese a esto, en 2019 se registraron 501.085 viviendas nuevas y usadas.
Según ha informado a MERCA2 el Instituto de Valoraciones, estos datos demuestran un cambio de mentalidad, sobre todo entre los jóvenes, que se ven forzados a la vivienda en alquiler, tanto por la dificultad de solicitar un préstamo como por la inestabilidad laboral.
La sociedad de tasaciones desvela que actualmente el 17,8% de los hogares vive de alquiler, mientras que antes del 2008, este porcentaje apenas superaba el 14%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
PRECIO DEL ALQUILER AL ALZA
Esta alta demanda del arrendamiento trae como consecuencia una subida constante de precios que en ciudades como Madrid y Barcelona “ya parecen estar tocando techo”, según los expertos.
“Los jóvenes ya no son el target de la venta de viviendas y buscan nuevas fórmulas”. Antes de la crisis los jóvenes eran un público objetivo para la venta de vivienda, debido a las facilidades hipotecarias que concedían los bancos, pero este grupo se ha visto desplazado en los últimos años.
Actualmente, “los precios de la vivienda aumentan a un ritmo que no necesariamente se ajusta al crecimiento de los salarios”. De hecho, en la Comunidad de Madrid, por ejemplo, una persona debe dedicar el sueldo íntegro de 8 años para poder pagar una vivienda, según el portal de estadísticas Statista.
Por otro lado, se han endurecido también las exigencias de las entidades financieras para conceder préstamos, y ahora el perfil solicitante de hipotecas debe ser mayor de 35 años, con ahorros y que cuente con ingresos altos y estables.
VIVIENDA DE REPOSICIÓN
Con la tendencia de los jóvenes hacia el arrendamiento, el público objetivo al que se dirige la oferta inmobiliaria hoy en día es el cliente que busca una vivienda de reposición, que vende su vivienda actual para comprar otra casa de mejores calidades.
Los ahorros de este perfil, junto con las ganancias resultantes de la venta y un posible préstamo hipotecario, les permite mejorar su situación actual. La vivienda de obra nueva es una alternativa bastante común entre los que buscan una vivienda de reposición.
Los jóvenes, por su parte, siguen aumentando el porcentaje de hogares que viven en régimen de alquiler y comienzan a buscar otras soluciones a la vivienda que se adecúen a su estilo de vida y sus presupuestos: el coliving. Se trata de un modelo de “convivencia” que une vivienda y espacio de trabajo compartido para dar solución a la escasez de vivienda y los nuevos hábitos de este perfil.
BOOM INMOBILIARIO
Tras el estallido de la crisis, 2010 fue el último año en el que la media de transacciones de compraventa de vivienda superaba a las 100.000 transacciones al trimestre, según datos del Ministerio de Fomento.
Ese mismo año registró una reducción importante de la actividad: un 29% en 2011 (87.280 transacciones trimestrales de media), hasta situarse en un 39% en 2013 (75.142), en comparación con 2010.
Lo mismo sucedió con los precios de la vivienda, no fue hasta 2014 cuando se inició una leve recuperación de la actividad económica, y ya en 2015 el número medio de transacciones sobrepasaron de nuevo las 100.000 de media anual.
De hecho, el año 2018 registró el mayor número de transacciones de la década, con un total de 582.888 compraventas. No obstante, esta cifra queda lejos de la cifra alcanzada antes del boom, como las 955.186 transacciones del 2006.
