Greta Thunberg se ha convertido en la protagonista máxima del activismo sobre el cambio climático que tanto nos urge plantearnos, ya no sólo para el futuro sino en el mismo hoy, donde sus discursos en la Cumbre del Clima ante los principales líderes políticos, o en la COP25 en Madrid mediante la Conferencia de las Naciones Unidas, han despertado la agitación de los jóvenes para exigir un futuro sin la amenaza del calentamiento global.
Sin embargo, desde que Greta Thunberg saliera a la luz ante los ojos del mundo, grandes fondos y compañías -tanto económicas como políticas y energéticas- se han querido situar al lado de la activista sueca, donde empiezan a surgir varias informaciones, como la del The Sunday Times, quienes ya denunciaron que detrás de su imagen habría una utilización para «facilitar la transición al corporativismo verde»; lo conoceremos desde Merca2.es.
2La start-up de Ingmar Rentzhog que sirvió como impulso a Greta Thunberg
A raíz de su intervención en la Cumbre Mundial del Clima, Greta Thunberg, quinceañera por entonces, copó titulares, prensa, televisión, radio, realizándose multitud de entrevistas y reportajes relacionados con su persona.
Así como los tres políticos noruegos que la propusieron como candidata a Premio Nobel de la Paz. Toda esta acción y el impulso de su presentación ante la primera línea, fue mediante un asesor financiero sueco, Ingmar Rentzhog, fundador de la start-up We Don’t Have Time.
Donde en ella son miembros desde caras visibles y conocidas de políticos socialdemócratas del país hasta ejecutivos de grandes empresas energéticas suecas, éstas últimas manteniendo toda la relación con la transición ecológica al corporativismo verde, como destaca el diario antes mencionado. Algo que explicaría el porqué del auge de Greta Thunberg.