La cocaína es una de las drogas que consumen más personas de las que puedes llegar a pensar. Hay gente que la toma por moda, para aguantar más el alcohol o incluso para poder trabajar más horas. El problema es que los síntomas, la adicción y el daño que le provoca a tu cuerpo, tanto la cocaína como las sustancias que le añaden al adulterarla, no merecen la pena.
Las drogas pueden hacer que una persona cambie a otra totalmente diferente y además arruina una familia entera sin que te des cuenta. Cuando la consumes, piensas que estás bien y que controlas, que llegar a ser adicto no te sucederá a ti. No obstante, la cocaína es de las drogas a las que antes se acostumbra tu organismo y de las que cada vez te pedirá más.
Tu cerebro te hace desear consumir. Si estás acostumbrado a meterte rayas mientras bebes, en el momento en el que tomes una cerveza tu cuerpo se pondrá en estado de alerta esperando su dosis. Lo más responsable es no probarla nunca y así evitas todo lo que puede acarrearte.
La cocaína contiene otros productos para cortarla y hacerla más pesada. Al venderse por gramos, cuanta menos cantidad saque de materia prima el camello, más margen de beneficio sacará sin importarle los daños.
El día siguiente de tomar cocaína tu cuerpo también reacciona y no te hará gracia cómo:
5 Náuseas
La cocaína está cortada con productos que pueden hacerte mucho daño. Esta se puede esnifar, fumar o lamer. En cualquiera de los casos, pasa al torrente sanguíneo afectando a todos los órganos de tu cuerpo.
La droga se metaboliza y puede hacer que tu organismo sufra las consecuencias. El vómito por la mañana o las náuseas son la respuesta por lo bien que lo has hecho.
Si no duermes, no comes y te metes porquerías como matarratas o disolvente que le echan a la cocaína para que sea más beneficiosa para el camello, lo mínimo que te puede pasar es tener náuseas.