Cuajar la leche fue una forma temprana en la civilización, aún todavía usada, que se produjo seguramente en distintas regiones del planeta. En la península Ibérica, las especies lecheras que más predominaban eran la caprina y la ovina. Por esta razón, al queso español no se le dio demasiada importancia como al resto de Europa. En la actualidad, se comercializa el queso de leche de vaca, oveja y cabra.
Cada uno de estos quesos tienen características propias. Cada consumidor posee un determinado gusto y por ello prefiere un queso u otro. Este alimento contiene un gran valor nutricional que debe de tenerse en cuenta. Te contamos cuáles son las claves para elegir el mejor queso según tus gustos.
El queso: gran valor nutricional
El consumo de queso en España hace una media de treinta años era de unos tres kilos aproximadamente por habitante y año. Hoy en día, esta cifra se ha triplicado y se puede presumir de comercializar quesos con una gran calidad y variedades.
En las neveras refrigeradas se exponen quesos elaborados con leche de cabra, oveja, vaca o mezcla. Dentro de estos, hay que destacar los frescos, azules, curados, proteolizados, macerados en vino, en aceite, con hierbas aromáticas, etc. Hay que diferenciar los que se fabrican de forma industrial con los que se hacen de forma artesanal.
La leche es un alimento que hay que pasteurizar, pero en la actualidad también se venden quesos que se elaboran con este alimento crudo (los expertos dicen que los quesos con esta leche tienen más sabor).
Queso con leche de oveja
En el mercado siempre han predominado estos tipos de quesos. El más representativo es el manchego (uno de los más famosos del país).
Los quesos de oveja alcanzan su punto óptimo de sabor cuando están realmente curados, pero son excelentes también con una curación media, con aromas profundos, y una textura suave. Existen quesos frescos tradicionales de oveja, aunque es frecuente que sean de mezcla de leches o de vaca.
Hay que destacar los quesos proteolizados. Son muy complicados cuando se fabrican. Se deben de elaborar con leche de extracto seco y graso, como la que produce la oveja merina. Un ejemplo de este queso es la Torta del Casar.
Los quesos pueden fabricarse con leche de vaca, oveja y cabra.
Es muy nutritivo. Aporta gran cantidad de energía y proteínas, fundamentales para mantener todos los músculos. Es una fuente primordial de calcio y es capaz de ayudar a los dientes. Contiene mucho ácido fólico, ácido linoleico y omega 3. Posee zinc, hierro y fósforo. Si quieres comprar quesos de esta leche los mejores son Idiazabal y Flor de Esgueva.
Quesos de cabra y vaca
Los quesos de cabra se han considerado en muchas ocasiones de segunda categoría. Esto se debe a que su consumo era muy local y se realizaban de forma artesanal. En la actualidad, se fabrican quesos de leche de cabra de una calidad excelente.
El queso de cabra es muy versátil. Se puede comer caliente o frío, sobre un postre o una tostada de pan. El tiempo de maduración en estos quesos repercute en el aroma, el sabor y la textura. Cuanto más fresco sea el queso, más dulce será.
Son conocidos por su textura cremosa y por un potente sabor y olor. El sabor es ácido, gracias a los ácidos grasos que contiene. Tienen menos lactosa y por ello se digieren mejor. La caseína también es baja. Se recomienda el consumo en los niños. Puede presumir de poseer un alto porcentaje de vitamina A, K, D, calcio, potasio, fósforo, niacina, tiamina además de hierro. Son probióticos ideales y tienen menos grasas. Los quesos de cabra fundamentales para la despensa es el de la cabra Payoya y el Majorero.
Los quesos de vaca son los más comunes, debido a que las vacas son las que mas leche producen cada día. Posee un sabor muy fresco y con menos cantidad de grasa. Sin embargo, la grasa es uno de los elementos que influyen más en el sabor. Es una fuente de calcio importante. El mesón de la puebla y Saravillo son dos quesos de vaca que hay que probar.
Hay quesos que se elaboran con una sola leche, pero hay otros que se fabrican con una mezcla. La leche vacuna se produce durante todo el año y las de oveja y cabra son más estacionales. Estos quesos son realmente deliciosos. Si eres un forofo o forofa del queso no dudes en probarlos todos. Dependerá de tu gusto: más dulce, más ácido, etc.