La isla de las tentaciones es la última apuesta de Mediaset tras la cancelación de Gran Hermano. Teniendo en cuenta que Telecinco vive para y por los realities, no disponer de ninguno era el fin de la cadena que tiene acostumbrada a sus telespectadores precisamente a eso.
Por la mañana Telecinco se encarga de hablar y debatir lo sucedido en La isla de las tentaciones, por la tarde hace un poco más de lo mismo y por la noche no te puedes llegar a imaginar en lo que se basa la temática de la cadena. Exacto, hablan exactamente de lo mismo.
Los martes y jueves son los días de la gala en donde algunos tertulianos conocidos más familiares o amigos de los protagonistas de la isla intentan defender y explicar los diversos comportamientos de los participantes. Algunas veces son indefendibles y simplemente se quedan con cara de haber visto un fantasma en la pared de enfrente.
Por si no sabes de qué trata este reality te contaré un poco: Entran cinco parejas “estables” en una isla y tienen el reto de no caer en la tentación cuando estén separados. Los novios estarán en una parte de la isla con diez tentaciones femeninas y las novias en otra isla con diez solteros.
Veamos algunos de los momentos más calientes de La isla de las tentaciones y analicémoslas.
2Gonzalo y Susana
La pareja sevillana de Gonzalo y Susana ya saben lo que es estar encerrados y aislados de la realidad, pero juntos. Lo de estar separados tras seis años pegados es algo que los está poniendo a prueba a ambos.
Gonzalo es de esos hombres payasos que no se callan nunca y que a veces puede caer mal de pesado y prepotente y ella es la típica mujer que está volcada en su relación sin darse cuenta de lo que sucede realmente.
Es una de las parejas de la Isla de las tentaciones por las que más gente hubiese puesto la mano en el fuego al principio. No obstante, las cosas se están poniendo un poco feas. Gonzalo se ha “encaprichado” de la más joven de la casa, Katerina. La chica está enamorada de él y quiere tentarlo sea como sea.
Por su parte, Susana está teniendo sus últimas citas con Lewis, el que peor le cayó a Gonzalo desde el minuto uno. Ella tan solo habla, ríe y confiesa que se siente culpable de sentirse bien con el rubio. No pinta la cosa demasiado bien para Susana y puede ser que tras ver las imágenes de la próxima semana cambie su actitud distante y coja “al toro por los cuernos”.