El fabricante de neumáticos y componentes para el automóvil Continental Automotive presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a los 760 trabajadores de la planta de Rubí (Barcelona).
Así lo ha anunciado CCOO este miércoles, detallando que la firma alemana presentará el ERE en 20 días, el 5 de febrero, y ha precisado que «no se ha avanzado» en el proceso de reindustrialización con las empresas interesadas en la compra.
La plantilla de este centro tenía convocado un segundo día de huelga para este viernes con el objetivo de desencallar la situación, después que el pasado 15 de enero llevaran a cabo el primero de los dos días de paro de 24 horas.
Josep Rueda, el secretario general de la federación de industria de CCOO en el Vallès Occidental, ha detallado que Continental no ha ofrecido a los sindicatos mayor información que la de que baraja tres ofertas de empresas de capital español para la compra, y que tampoco se conocen las condiciones en las que saldrán los trabajadores en caso de que se produzca una reindustrialización, como recoge La Vanguardia.
Rueda ha acusado a Continental de no haber gestionado correctamente el proceso de cierre, o venta, de la planta, pese a haber anunciado «que se va de Rubí».
ADAPTACIÓN DE CONTINENTAL A LOS ELÉCTRICOS
La decisión del fabricante alemán se enmarca en el desvío de la firma hacia los vehículos eléctricos, y dado que la fábrica barcelonesa solo producía componentes para coches tradicionales, Continental prescindirá de ella tras renunciar a implementar los reajustes necesarios para adaptar la planta. Se calcula que el plan global de adaptación a los eléctricos de la compañía supondrá el despido de hasta 5.040 empleados a nivel internacional.
“Lo más traumático es indemnizar y cerrar”, explica Enrique Fernández, el responsable sectorial de Automóvil de Catalunya en UGT FICA. Rueda, junto a Fernández, reconoce que la noticia del ERE ha cogido por sorpresa a los sindicatos, apunta La Vanguardia.
«REDUCCIÓN PAULATINA»
La multinacional ha garantizado en un comunicado que «para asegurar la continuidad de la planta y de los puestos de trabajo» está negociando con distintos grupos empresariales e inversores de distintos sectores, y ha estimado tener resultados a finales de este mes de enero, aunque ha matizado que la reindustrialización está condicionada a la aprobación del consejo de administración.
Asimismo, la firma alemana ha apuntado que en caso de que estas negociaciones no acabaran desembocando en la venta habría «una reducción paulatina» de la producción y el cierre final, algo que no se haría efectivo antes de finales de 2021.
La compañía ha reiterado su «compromiso con el diálogo» y ha confiado en la colaboración de la Generalitat de Cataluña para mediar con las partes implicadas, a la vez que ha defendido que esta medida se enmarca por la disminución de las ventas en el sector y la entrada masiva de nuevos competidores por la digitalización de la industria, provocando que el centro vallesano, con su cartera actual de productos y configuración, no sea rentable.