La cadena de valor de los productos pesqueros y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) han acordado actualizar conjuntamente las últimas evidencias y datos científicos obtenidos sobre este alimento. Con el acuerdo, ambas partes pretenden que sus recomendaciones sobre el consumo de pescado sean efectivas y no generen alarmas que se han infundado en la población.
Un ejemplo de esta modificación son las investigaciones que avalan el papel beneficioso del selenio en el pescado y que contrarrestan los posibles efectos adversos de los metales pesados. Durante la reunión, la agencia pública también ha solicitado a los distintos organismos europeos, como la Autoridad Europea sobre Seguridad Alimentaria (EFSA) una revisión de últimos estudios y demostraciones comprobadas, como la ratio «Selenium Health Benefit Value”.
Con el pacto, las dos instituciones reclaman una evaluación más realista del consumo de pescado, porque de lo contrario, ha apuntado el sector, “se corre el riesgo de llevar a la opinión pública a caer en un alarmismo generalizado y anular los evidentes beneficios de la ingesta de pescado”.
Además, el sector ha hecho hincapié en la necesidad de consensuar las informaciones sobre los productos pesqueros y ha recordado al organismo público que es el primer interesado en asegurar la calidad y la seguridad de los alimentos. Tampoco se han olvidado de recalcar y de defender que la legislación alimentaria debe actualizarse en base al progreso científico, de una forma objetiva y transparente.
AESAN ha reconocido sus limitaciones en este ámbito, por la complejidad de informar a la sociedad sobre cuestiones sensibles en el actual entorno de los canales de información. Sin embargo, se ha comprometido a buscar vías para mejorar.
LOS BENEFICIOS DEL CONSUMO DE PESCADO
Desde el sector han utilizado la reunión para recordar lo beneficioso que es consumir, al menos, de tres a cuatro raciones de pescado por semana, alternando los pescados blancos y azules. Incluso, han señalado, que hay estudios que demuestran, a tenor del balance riesgo/beneficio, que su ingesta podría incrementarse hasta siete porciones semanales.
Entre sus múltiples propiedades nutricionales, el pescado destaca por su importante contenido en proteínas de alto valor biológico al contener todos los aminoácidos esenciales para el organismo.
En lo que respecta a los productos pesqueros, también se constituyen como otra importante fuente natural de vitaminas, tales como las del grupo B, así como las vitaminas liposolubles entre las que destacan la A, D y, en menor proporción, E.
De manera resumida, su consumo es muy beneficioso para la salud cardiovascular y contribuye a reducir lípidos sanguíneos, como el colesterol y los triglicéridos. Existen estudios que lo relacionan con un menor riesgo de padecer enfermedades degenerativas, así como determinados tipos de cáncer, como el de mama, páncreas, próstata, páncreas y colon