Carlos Ghosn ha hablado por primera vez tras su repentina huida de la justicia en Japón. El expresidente de Nissan ha comparecido ante los medios de comunicación en Beirut, donde se encuentra desde finales de diciembre tras un vuelo desde Turquía en avión privado. Ghosn ha reafirmado la misma postura que en su último comunicado: «No escapé de la justicia. Huí de la injusticia y de la persecución política».
«La decisión de abandonar Tokio fue «la más difícil» de su vida. Carlos Ghosn se encontraba bajo arresto domiciliario desde hace más de un año (noviembre 2018) por supuesta estafa a la empresa y desvío de fondos. El expresidente de Nissan no solo niega estos cargos que le imputan, sino que además asegura que todo es un complot y que su detención va en contra de lo establecido por las Naciones Unidas.
Carlos Ghosn señaló que existen dos razones principales para que se hayan producido las diferentes acusaciones contra su persona. La primera de ellas, el deterioro de los resultados de la compañía desde 2017, cuando este decidió dejar el cargo de consejero delegado para centrarse en la alianza con Mitsubishi.
El segundo motivo fue, en su opinión, el malestar tanto en la cúpula de Nissan como en el Gobierno de Japón por la posición dominante del Gobierno de Francia en el accionariado de Renault, lo que motivaba una desconfianza sobre la influencia de la marca francesa sobre la japonesa.
«Esta puede ser la principal razón por la que yo esté aquí hoy», explicó el directivo, destacando que desde Japón se pensaba que había demasiada influencia de Renault sobre Nissan, por lo que se buscó una mayor separación entre ambas.
«Todo fue preparado mucho antes por el Fiscal y por Nissan», ha asegurado Carlos Ghosn en su primera intervención pública tras su fuga. Un discurso que sigue la línea marcada por sus abogados, que antes de la comparecencia han atacado a la empresa automovilística a la que han tildado de «imparcial».
DEFENSA DE LAS ACUSACIONES
En lo referente a las acusaciones a las que se enfrenta en Japón, el directivo dijo que no se esperaba su detención y que fue apartado «brutalmente» de su mundo, de sus responsabilidades en las empresas en las que trabajaba y de su familia.
Carlos Ghosn subrayó que durante su estancia en prisión estuvo en una celda sin ventana y sin contacto humano durante muchos días, al tiempo que criticó haber sido interrogado sin tener acceso a las pruebas y sin poder hablar con su familia.
«Durante los 130 días de detención, cada día luché por mi inocencia», destacó, al tiempo que indicó que su fuga a Líbano se explica para poder obtener justicia, ya que en Japón un sistema judicial «corrupto» lo hacía imposible.
El directivo indicó que sus acusaciones provienen de personas «sin escrúpulos» tanto en Nissan como en la Fiscalía de Tokio. «Los hechos, la verdad y la justicia eran irrelevantes para estos individuos, fue la decisión más difícil de mi vida», apuntó.
Respecto a los delitos, confirmó no haber percibido ninguna remuneración no autorizada y que lo que ganó fue aprobado por el consejo de administración y revisado por las diferentes auditorías realizadas a lo largo de los años.
Por otro lado, se refirió a la denominada «reserva del consejero delegado», señalando que no era una partida presupuestaria secreta y opaca, sino que cada movimiento que se hacía con esos fondos era aprobado por cuatro personas (un responsable legal, un ‘controller’, un directivo y por él mismo).
También afirmó que la ofensiva realizada por la compañía para expandir su negocio en Oriente Medio buscaba frenar la posición dominante de Toyota en la región, para lo que se incentivó la venta de sus vehículos, «menores que los de la competencia» y que no fueron a parar a ninguna sociedad sospechosa.
En cuanto a las acusaciones de que celebró su cumpleaños en Versalles (París) a cargo de la empresa, el directivo afirmó que se organizó un evento de trabajo en el que dio un discurso ante los asistentes, que eran socios venidos de diferentes países. Además, señaló que las casas que utilizaba en Líbano y Brasil eran propiedad de la empresa y para ello tenía autorización del consejero delegado en ese momento, Hiroto Saikawa, entre otros.