jueves, 12 diciembre 2024

La mentira del Roscón de Reyes del ‘súper’: nata falsa y exceso de azúcar

El nuevo año está cargado de propósitos y el más perseguido es la ‘operación bikini’. Alejarse de los pecados más dulces no es fácil con el roscón de Reyes llamando a la puerta. La receta original de este postre, popularizado en España en tiempos de Felipe V, no incluía la nata ni fruta escarchada, y mucho menos los rellenos más modernos como el chocolate, la crema o el cabello de ángel. Para saber cuál elegir el próximo 6 de enero, Jonatan Armengol revela durante la cata de MERCA2 las claves para dar en el clavo, y si tienes suerte con el premio.

Si un roscón se seca, no hay nada que hacer, habrá perdido toda su esencia, explica en la cata de MERCA2 Jonatan Armengol. Es el único crítico gastronómico invidente en España y gestiona varios proyectos vinculados al arte culinario. En su espacio “Comer a ciegas” valora platos, cócteles y vinos, entre otros productos. Recientemente ha comenzado el informativo “The Foodie Times” en el que repasa las noticias más importantes del día en el ámbito gastronómico, y que está orientado a los altavoces inteligentes Alexa y Google Home, además de otras plataformas de audio.

La receta original de roscón, tal y como relata el crítico gastronómico era relleno de mazapán. Sin embargo, las modas van cambiando y se pasó a la nata. Ahora que el azúcar es el peor enemigo, todo parece ir en contra de los rellenos. Pero la realidad es bien diferente, el más exitoso es el relleno de nata, o al menos, lo que nos venden como tal.

La nata original no es blanca. Puede que nos sintamos más atraídos a la hora de comprar un roscón de Reyes por aquel que tenga la nata más clara, pero estamos en un error. “La nata que sale de la vaca, de la leche, es amarillenta”, explica Jonatan Armengol. Y es que la cuestión del relleno lleva a polémica. Los fabricantes de este dulce tienden a rellenar los roscones con mix vegetal o mezclar la nata con mix vegetal, un engaño alimentario más.

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VARIEDAD EN EL PRECIO

Si hablamos de precios, el roscón sin relleno de Sánchez Romero es el más caro, y ni siquiera pasa la prueba del crítico gastronómico. Le sigue de cerca el relleno de nata de El Corte Inglés, que alcanza los 13,55 euros. Por otra parte, el producto sin relleno de la misma marca se queda en 9,99. Una diferencia de precio que al parecer, justifica la inclusión de la mezcla de nata con mix vegetal que se comercializa como nata pura.

El roscón de DIA solo se puede adquirir congelado y su precio es similar al de El Corte Inglés, cercano a los diez euros. Su relleno también es mezcla de nata con mix vegetal, “o se les cayó la nata dentro del saco de azúcar y han sacado lo que han podido“, añade Armengol. Sorprendentemente, el roscón de Supersol no alcanza los tres euros, aunque también hay que tener en cuenta el tamaño. El producto de esta cadena de supermercados es de 300 gramos, frente a productos de entre 500 y 800 gramos.

La velocidad de cocción de los productos también influye en su sabor, igual que el proceso de fermentación. “Todos estos roscones adolecen de la fermentación exprés, echan un buen puñado de polvos de fermentar de elevar rápido para que engorden, queden monos y tengan poca sustancia“, revela Jonatan.

El precio de Supersol se corresponde con la calidad de su dulce, que tal y como explica Jonatan, la fuerte velocidad de cocción se nota en el sabor como a “chamuscado“. En el interior del roscón se percibe algo seco, como si llevase varios días en la tienda. “Ellos esperan que lo mojéis en leche o en chocolate y no os deis cuenta de todas estas cosas“, concluye Jonatán con la esperanza de que los Reyes Magos traigan a los lectores un roscón mejor que los de la cata.

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