España es uno de los países de la UE con los hábitos más arraigados entre los ciudadanos para los pagos de efectivo frente a la tarjeta y otras alternativas electrónicas, junto a Grecia, Chipre, y Malta, ya que se utilizan los billetes y monedas para abonar el 87% de las operaciones.
Así figura en un estudio elaborado por el Banco Central Europeo (BCE) y recogido por Servimedia. El informe da a conocer los usos de los distintos instrumentos de pago de los consumidores de la zona del euro en el punto de venta, a través de encuestas en 19 países.
La principal conclusión es que el efectivo es el instrumento de pago dominante ya que se usó para el 79% de las transacciones y sufragó el 54% del importe total abonado en 2016, fecha del análisis. El BCE explica la diferencia entre ambos parámetros en que su utilización es, sobre todo, masiva en los pagos de menor importe.
El ranking de países donde el cash se resiste a ser desplazado por las tarjetas y el resto de sistemas electrónicos lo lidera Malta, donde el abono en metálico está detrás del 92% de las operaciones realizadas en comercios y del 74% de las cuantías pagadas.
GRECIA Y CHIPRE
Le sigue Grecia y Chipre, con el 88% de los abonos en ambos casos, y el 75 y 72%, respectivamente, de los importes; y España, donde el 87% de las operaciones que se efectuaron eran en metálico y eso equivalía al 68% de los importes sufragados con todos los sistemas existentes de pagos.
La mayor penetración de los métodos electrónicos se observa, en contraste, en Holanda, donde el 45% de las operaciones se realizaban en metálico, pero suponían apenas un 27% de los importes de las compras; seguido por Francia, donde la cuota de mercado de efectivo era del 68 y 28%, respectivamente, o Luxemburgo, donde a pesar de estar detrás del 64% de las transacciones significa apenas un 30% de las cuantías pagadas.
Por otro lado, Alemania, Italia y Portugal registraron un comportamiento intermedio. Los alemanes afirmaron al ser encuestados que abonan el 80% de las operaciones con euros contantes y sonantes, pero eso suponía el 55% de todo lo pagado. En Italia dichos porcentajes eran del 86 y 68%, y en Portugal del 81 y 52%, respectivamente.
A pesar de las expectativas de que los sistemas electrónicos arrebaten el mercado al ‘cash’, el estudio del BCE constataba que “el uso de efectivo en los puntos de venta sigue siendo sólido en la mayoría de los países de la zona del euro”.