Los roscones de Reyes comenzaron formando parte de una festividad romana de finales de año. Los esclavos pasaban unos días un poco más relajados y sus amos escondían un haba por la casa. El que la encontraba se veía libre de obligaciones hasta que concluyesen las fiestas. Otra costumbre que se tenía era dar a los siervos unos dulces al terminar las fiestas y el haba también podría encontrarse dentro de esos dulces y el que encontrase tendría prosperidad y fertilidad.
Hoy en día no podemos concebir un día de Reyes sin que los roscones de Reyes presidan nuestra mesa. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX que este dulce navideño se puso de moda en nuestro país, en Madrid y en Sevilla, para luego continuar con el resto de los rincones de España.
Con el tiempo, esa dulce rosca seca se rellenó de nata, chocolate, crema y cabello de ángel. La tradición dice que si te toca el haba te toca pagar el roscón, pero que si te toca la figurita del rey escondida serás coronado.
Esta costumbre no es única en nuestro país y no fuimos los precursores de la misma, veamos qué otros lugares tendrán los roscones de Reyes en sus mesas en poco tiempo.
4Roscones de Reyes de México
Si cruzamos el charco también encontramos variantes de los roscones de Reyes que conocemos. En Latinoamérica también tienen la Rosca de Reyes y meten figuras dentro, en concreto un niño Jesús de plástico resistente al calor.
En México a quien le salga el niño Jesús es la madrina o el padrino y tienen que ir a llevar a bendecirlo a la iglesia el día de la Candelaria, el 2 de febrero. Además de tener que hacer una fiesta para celebrarlo con tamales. No obstante, cuando toman el roscón de Reyes los tamales desaparecen y el chocolate caliente es el acompañante del dulce.
Los ingredientes del roscón mejicano y el español son los mismos prácticamente, tan solo varía el regalo del interior.
