Endesa ha formalizado el cierre de las centrales térmicas de carbón de As Pontes (A Coruña) y Carboneras (Almería). La profunda modificación de las condiciones de mercado derivada del incremento sustancial en el precio de los derechos de CO2 y una caída significativa del precio del gas, ha conducido a una importante falta de competitividad de estas centrales.
Por estos motivos, y ante la clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro, la empresa ya había anticipado en septiembre, a los mercados y a las autoridades institucionales y agentes sociales, la decisión de promover la discontinuidad de la actividad de estas centrales. Desde dicho momento, Endesa ha venido analizando alternativas de funcionamiento de las plantas mediante el empleo de biomasa, que, sin embargo, no han resultado satisfactorias, tanto desde un punto de vista técnico y medioambiental, como económico, lo que las hace inviables.
En cualquier caso, la compañía no cierra del todo esa puerta, y se reserva el derecho de desistimiento de esta petición en el supuesto de que, como consecuencia de las pruebas adicionales de combustión con distintas mezclas de combustible, tanto en la central de As Pontes como en la de Carboneras, pudieran variar los resultados y garantizar la viabilidad de las plantas.
EN AS PONTES APUESTAN POR LOS BIOCOMBUSTIBLES
El presidente del comité de empresa de As Pontes, Luis Varela, ha exigido a Endesa una «transición como dios manda» para mantener el empleo en la comarca tras «el mazazo» del cierre de la planta, solicitado por la empresa.
Aún pensando que esto podía pasar, nunca esperas que esto se anuncien así, todavía sin la reunión con el Ministerio y con las pruebas (sobre la viabilidad del uso de biocombustibles en vez de carbón) pendientes de hacer», se queja en declaraciones a Europa Press.
Sobre el compromiso de Endesa para mantener el empleo de los empleados de la factoría, Varela explica que los cierres de Endesa en las térmicas de As Pontes y en Carboneras cuentan con «los mismos acuerdos que hubo para Ponferrada, Aragón y Andorra», en los que «garantizan la recolocación de la plantilla propia», pero «nada de la auxiliar», más allá de «que los tendrán en cuenta» para las nuevas energías «y el desmantelamiento».
Con todo, muestra su recelo sobre los compromisos con el empleo en la comarca porque «al final acaban de aquella manera», ya que «es un proceso larguísimo».
«No estamos posicionados para tener grandes plantas de termosolares o fotovoltaicas», reflexiona sobre la comarca de O Eume, en la que se encuentra As Pontes. «Fuera del viento, que está copado, y el agua, que está explotada, poco más tenemos en nuestro entorno», agrega.
PRUEBAS CON BIOMASA
Asimismo, Luis Varela recuerda que existe el «compromiso» de la Xunta y el Ministerio para «volver a repetir» las pruebas de empleo de biocombustibles y «testificarlas», con el fin de comprobar su viabilidad.
Y es que los trabajadores confían en que «vayan adelante» estas pruebas y esta opción suponga «un balón de oxígeno muy grande» para la comarca. «Que se testifiquen y se vea la rentabilidad y si es posible explotarlas», deja claro.
Luis Varela indica que Endesa depende de la multinacional Enel, que «tiene músculo económico», pues prevé inversiones de 6.000 millones en una década, y en España «en tres años casi 2.000 millones de euros». «La energía que dejas por un lado la coges en otro, pero dónde, ese es el tema», se pregunta sobre qué ocurrirá con el futuro de As Pontes.