Gran parte del acebo que adorna esta Navidad, sobre todo en Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, procede de la provincia de Soria, donde se encuentra el Acebal de Garagüeta, el más extenso de Europa. Un ecosistema único en el planeta que pervive gracias al negocio generado alrededor de la poda de ramillas de acebo (Ilex aquifolium) y la confección de ornamentos navideños; del ganado, que modela el paisaje; de las rutas guiadas a la Reserva Natural de Garagüeta y de las visitas al Centro de Interpretación de la Naturaleza. Sin embargo, un año más Internet amenazaba con aguar la fiesta al negocio del acebo soriano que vende online a toda España a excepción de Canarias. Finalmente, y pese a los inconvenientes derivados de la inestable conexión a Internet, la semana pasada salieron los últimos envíos a nivel nacional. El acebo está vendido.
En estas fechas, tres municipios de la comarca soriana de Tierras Altas –Arévalo de Sierra, Torrearévalo y Ventosa de la Sierra- se vuelcan en la campaña navideña. Pero curiosamente, la mayor ventaja para multiplicar las ventas de la mayoría de las empresas se torna en el peor inconveniente en este territorio. En una economía global y que lucha por fijar población y dinamizar la actividad en la ‘España vaciada’, Internet no funciona con regularidad en el medio rural: “Necesitamos competir en igualdad”, reclama Cristina Martínez, fundadora de la empresa El Acebarillo.
Las mujeres de esta Sierra de Montes Claros lideran la iniciativa empresarial que las vincula a su tierra y que cristalizó hace unos años en la empresa El Acebarillo, que ha generado alrededor de la economía local del acebo un motor de empleo para la zona, “queríamos que ese valor añadido del entorno se quedara en nuestros pueblos”. El empleo es sobre todo estacional y alcanza su punto álgido en noviembre y diciembre, cuando la Junta de Castilla y León autoriza la poda de ramilla ornamental de acebo en Soria –este año de 32.220 kilogramos para toda la provincia-. “Trabaja mucha gente en pocos días, lo de la ramilla es algo muy temporal”, comenta Martínez.
Una vez recogido el acebo autorizado, las artesanas confeccionan centros y adornos, cuyos precios oscilan entre los cinco y los 100 euros, que se ponen a la venta online. “Hacemos de mayoristas y distribuimos la ramilla seleccionada y envasada en caja a floristerías de toda España, y también diferentes modelos ornamentales para los particulares”, explica la empresaria soriana. Por eso, y aunque El Acebarillo participa además en diferentes ferias de artesanía, su negocio está en Internet, y su principal quebradero de cabeza, también.
“Internet no funciona siempre, estamos sin cobertura” y eso es “un hándicap muy importante para una empresa que tiene que competir con otras en el comercio online”. Esta falta de servicio les obliga a desplazarse a otros pueblos cercanos o a Soria capital para conseguir conexión. “Es necesario cablear”, reclama Martínez y añade, “me río yo del satélite”. La reivindicación es histórica en estos territorios: “damos mucha guerra, pero nos escuchan muy poco”, afirma Martínez en alusión a las recientes movilizaciones convocadas para dar visibilidad a la ‘España vaciada’, en insiste: “necesitamos competir en igualdad”.
Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana son los principales mercados tradicionales en los que opera la empresa soriana pero, tras años de trabajo, el negocio del acebo soriano se ha extendido, prácticamente, a todas las regiones, “a excepción de Canarias, enviamos acebo a todas las comunidades autónomas incluida Baleares”, detalla Martínez. De hecho, “en Andalucía, no había tanta tradición, cuando empezamos a comercializar el acebo en el año 2002 y, sin embargo, ahora estamos enviando mucho a allí, sobre todo a Málaga”.
La empresa El Acebarillo utiliza la banda ancha móvil pública del Ayuntamiento para todas sus operaciones online, pero el mal funcionamiento de Internet no afecta únicamente a la comercialización del acebo en Navidad, también perjudica al resto de actividades, al estar todas vinculadas de alguna manera a la banca electrónica y a la contratación y reserva online.
En cuanto a los servicios de telefonía móvil las compañías que operan en la zona con mayor cobertura son Movistar y Yoigo.
EL CALENTAMIENTO GLOBAL PARA EL FRÍO ACEBO
El acebal “luce espectacular también este año, seguimos con las podas y lo cuidamos”, asegura la socia fundadora de El Acebarillo. Con una superficie aproximada de 406 hectáreas de monte en la que conviven diferentes especies arbóreas, casi 180 son de masa pura, es decir, de acebo como especie dominante. Este espacio natural ejemplifica un ecosistema muy consolidado que ha pervivido durante siglos gracias al mimo de sus pobladores. Pero el calentamiento global derivado del cambio climático plantea incógnitas sobre el futuro de este recurso y la continuidad de su aprovechamiento.
El acebo se caracteriza por ser una especie vecera, es decir, que un año da mucho fruto y al siguiente poco, su rendimiento varía en años alternos. Por eso, “no depende tanto de la cantidad que se autoriza recoger, como del ciclo de años buenos y malos del acebal“, en otras palabras, “en los años buenos se queda mucho acebo sin coger a pesar de las podas, por la abundancia de fruto”, y en los años de poca producción de bolita no siempre se ha podido atender la demanda del mercado.
La salud del acebo es buena aunque se empiezan a detectar los primeros síntomas de los efectos del cambio climático. Las precipitaciones en forma de nieve, las más comunes tradicionalmente en Tierras Altas durante el otoño y el invierno, se han reducido de forma drástica, eso es un hecho. Y aunque no las atribuye de forma directa al calentamiento global, la fundadora de El Acebarillo sí observa diferencias en el comportamiento del acebal en los últimos años. “En los años buenos la producción es exagerada, mientras que en los malos se reduce también en mayor medida que hace unos años”. La producción tiende a polarizarse.
Al acebal “le gusta el frío, el acebo es una especie de umbría”, precisamente por eso, su comportamiento tras el aumento de la temperatura del planeta resulta incierto: «a largo plazo no sé cómo podrá reaccionar, eso sí es un ecosistema muy consolidado desde hace siglos”, señala.
EL FUTURO DEL NEGOCIO DEL ACEBO
El futuro del negocio del acebo pasa necesariamente por “la orientación al turismo que ya deja entre 25.000 y 30.000 visitas al año”, de turistas que se acercan a conocer la Reserva Natural de Garagüeta, “ahí está la continuidad de la empresa y no sólo en la poda de ramilla” que, por su carácter estacional, no puede garantizar el empleo estable.
Recientemente El Acerabillo ha ampliado el negocio: “hemos abierto una casa rural y ofrecemos también servicio de alojamiento”. Esta última actividad viene a complementar las anteriores: las visitas guiadas al acebal, la gestión de la Casa del Parque, que está incluida en la ruta turística de la zona; el cuidado del ganado, cuyo paso continuo facilita que más tarde los recolectores puedan caminar entre los acebos; los talleres de formación para la elaboración de centros y adornos; los talleres de educación ambiental y, por último, la participación en los mercadillos navideños, en los que incrementa sus ventas la empresa soriana.