sábado, 23 noviembre 2024

Esto es lo que te puede pasar si el colesterol bueno está demasiado alto

El colesterol es una de las grasas necesarias para tu organismo. No obstante, el exceso de ella es perjudicial para la salud. El colesterol malo es el LDL y el bueno el HDL. Siempre se ha considerado que era recomendable tener el LDL bajo y el HDL alto como seguro de vida hasta hace pocos años.

Según los últimos estudios realizados, los niveles de colesterol bueno alto también pueden ser nefastos para la salud. Sí, se conocía que tenerlos bajos aumentaba el índice de mortalidad; sin embargo, el que esté alto tampoco es buena señal.

En hombres con un nivel de HDL en sangre de 97 a 115, el riesgo de padecer muerte prematura es del 36 por ciento, mientras que si el índice superaba el 116 por ciento, las posibilidades de muerte súbita eran hasta del cincuenta por ciento. Al igual que si se tiene demasiado bajo el índice de mortalidad también aumenta considerablemente, más aún después de los treinta y nueve años.

El colesterol bueno alto en la sangre puede llevar a sufrir enfermedades cardíacas graves o llevarte a la muerte. Estas pautas se dan sobre todo en personas que ya tienen algún tipo de problema cardíaco y la subida de HDL incrementa esta afección haciendo que las probabilidades de infarto sean mayores.

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Enfermedades infecciosas

glóbulos rojos

Están también buscando las causas que relacionan el tener el colesterol HDL alto con que el sistema inmunológico se vea mermado. Cuando se tiene desequilibrio en los niveles de colesterol bueno hay muchos más factores de riesgo de tener que acudir al hospital por culpa de padecer enfermedades infecciosas y con ello los factores de muerte prematura debido a esas infecciones también aumentaría.

Realmente en las personas con el HDL alto el riesgo de tener una infección grave sube hasta el cuarenta y tres por ciento en comparación con las que lo tienen normalizado. El HDL posee una relación directa con el sistema inmunitario del organismo, con lo que la capacidad de que puedas defenderte de enfermedades infecciosas es menor.

Se realizaron estudios en animales que llegó a confirmar esta teoría y no ha sido hasta hace poco que esto se ha podido demostrar también en las personas.

Hay otros factores de riesgo que aumentan las probabilidades, como lo son el tabaco, la diabetes, el sedentarismo, el alcoholismo, el LDL alto, la raza, la edad o el sexo. Todos ellos se han tenido en cuenta en los exámenes y no han afectado a los descubrimientos, siendo siempre los mismos.


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