Con un mensaje marcadamente político, el rey Felipe VI ha evitado referirse con rotundidad al problema catalán cuando, en realidad, la esencia del discurso ha pivotado sobre ese tema.
Unas simples palabras para referirse a la situación económica, o la emergencia climática que ha sido declarada por la Unión Europea, le han bastado al monarca para referirse a otras cuestiones ajenas a la situación política que atraviesa España en estos momentos.
Así, Felipe VI ha sido muy claro con su mensaje sobre la actual situación social: “Debemos tener una visión realista de hacia dónde va el mundo”. De esta manera, con ambigüedad, pero queriendo decir algo, y sin terminar de decirlo, el jefe de Estado ha desarrollado su mensaje en una espiral de indirectas sobre el tema catalán que, a buen seguro, habrá una gran parte de la sociedad que no habrá entendido bien.
El monarca ha insistido en los valores y “proyectos comunes”, la concordia, el diálogo, el respeto… y así durante varios minutos sin hablar claramente del problema catalán, la falta de Gobierno y lo que tiene que ver lo uno con lo otro.
VOLUNTAD DE ENTENDIMIENTO
En este contexto, Felipe VI ha puesto especial énfasis en la voluntad de entendimiento que se debe tener en estos momentos. Aun así, no ha aclarado si se refiere a la política nacional, a Cataluña… De hecho, el mensaje que ha repetido es el de mantenerse unidos para enfrentar los problemas, “todos juntos”.
Al margen de la política, en el mensaje de Nochebuena, el Rey ha identificado retos como la nueva era tecnológica, el rumbo de la UE, los movimientos migratorios, la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, la manera de afrontar el cambio climático y la sostenibilidad, la falta de empleo, sobre todo para los jóvenes, y las dificultades económicas de las familias más vulnerables, que siguen siendo la «principal preocupación» porque «la crisis económica ha agudizado los niveles de desigualdad».
EL DISCURSO POR DENTRO
En esta ocasión, el discurso de Felipe VI se prolongó durante 12 minutos y 18 segundos, una duración ligeramente superior a la del año pasado que fue de 11 minutos. Como es habitual, el Rey ha finalizado su mensaje felicitando la Navidad en las lenguas españolas cooficiales.
En el Salón de Audiencias, además de las banderas de España y la UE, podía verse un misterio con el nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María y San José, de la colección privada, así como una fotografía de la Familia Real con las 41 personas que recibieron la condecoración de la Orden al Mérito Civil el 19 de junio con motivo del quinto aniversario de la Proclamación del Rey.
En las paredes de la estancia colgaban los cuadros habituales en el salón de Audiencias y, sobre una consola al fondo, un ejemplar de la Constitución Española y el volumen histórico sobre ‘La insigne Orden del Toisón de Oro’, símbolo de la Monarquía Española
El discurso del Rey, para el que eligió un traje azul marino, camisa azul claro y corbata con lunares en diversos colores, comenzó con el Himno Nacional sobre la imagen exterior nocturna del Palacio de la Zarzuela sobre el que ondeaba el guión del Rey y finalizó con cinco imágenes de la Familia Real en 2019.
Las instantáneas elegidas en esta ocasión mostraba al rey con escolares en un acto de la Fundación Cotec, a la Reina con voluntarios españoles en Mozambique y a los Reyes en la localidad murciana de Alcáceres con motivo de las inundaciones y en reconocimiento al trabajo de los servicios de emergencias, rescate y protección civil.