Uno de los primeros síntomas del cáncer de tiroides es un bulto visible en la zona donde se encuentra el mismo. No suele tener síntomas a no ser que esté demasiado avanzado, que es cuando puede causar molestias al tragar, ronquera o dolores en la zona en la que está ubicado.
El tiroides es la glándula que está en el interior del cuello, delante de la laringe, y está constituida por dos lóbulos que se unen en el centro. Se encarga de producir hormonas que sirven para el metabolismo y necesita el yodo de los alimentos que ingieres para tal función.
El tiroides interviene en el control de la frecuencia cardiaca, además también regula la temperatura corporal y es la que se encarga de transformar los alimentos en energía con mayor o menor rapidez.
Pese a que la causa del cáncer de tiroides no se conoce todavía, sí existen factores de riesgo que hacen que tengas más probabilidades de sufrirlo. Te diré las que son para que lo tengas en cuenta.
1Radiación y cáncer de tiroides
El contacto directo con la radiación puede provocarte cáncer, entre ellos el de tiroides. Debes saber que hoy en día es obligatorio que tengan algo de plomo para cubrirte la zona del tiroides cuando te haces una radiografía y así evitar la exposición directa del tiroides a la radiación.
La radiación de los rayos X rutinarios como los dentales, las radiografías o las mamografías no provocan cáncer, pero nunca está de más usar protección. Es más importante que se tenga cuidado con las exposiciones en los niños.
Las personas que han estado sometidas a radiaciones, como radioterapia, tiene más factores de riesgo de sufrir cáncer de tiroides. El tiroides es una hormona que puede absorber el yodo radioactivo que hay en las plantas nucleares como sucedió en Chernóbil. En esta catástrofe, los niños fueron los que más sufrieron las consecuencias de la exposición y a los pocos años empezaron a desarrollarse el cáncer en muchos de los afectados.