En el ámbito tecnológico el futuro es un ente que a veces tarda en llegar. Algo así sucedió con el internet de las cosas (IoT por su significado en inglés, Internet of Thins). Anunciado por las empresas hace años, por fin se consolida como una herramienta de negocio.
Así lo confirma en una entrevista a MERCA2 el director de IoT de Vodafone España, Daniel Barallat. Asegura que el verdadero potencial del internet de las cosas ha surgido con fuerza en los dos últimos años. Al principio, explica, “los clientes corporativos pedían sobre todo soluciones de conectividad. Intuían lo que querían hacer, pero sin tener muy claro el contexto”.
Ahora, según explica Barallat, las empresas (sus clientes) tienen claro que quieren transformar sus negocios y el IoT es el aliado perfecto. Para ello, el compromiso de Vodafone como valor añadido reside en “el asesoramiento y en acompañar en la evolución de estos procesos”. “Ya no se trata de darle la SIM al cliente; sino que hay que proveerle del dispositivo, acompañarle en el proceso de transformación del modelo de negocio y realizar las mejoras necesarias”.
En este proceso hay una palabra clave fundamental: confianza. Aquí, el responsable de IoT del operador rojo estima que ahora mismo ya se da de manera recíproca dicha confianza. Básicamente porque solo de esa manera se pueden abordar los procesos de transformación digital. Además, en este contexto, Barallat recuerda que “se deben manejar las expectativas del cliente, y hacerle asumir que a veces no todo sale bien”. Pero eso es algo que ya tienen previsto. “Antes de que una empresa haga gran inversión, que conlleva un riesgo, hay que asegurarse de que dicho riesgo sea mínimo”.
No se trata de algo inocente. Tal y como afirma el responsable de IoT del operador, “el número de proyectos está creciendo de manera exponencial, y el rendimiento económico en este segmento de negocio es mayor”. Eso se nota, como asegura Barallat, en los proyectos que tiene más de dos años, donde los retornos cada vez son mayores.
2TRAJES A MEDIDA PARA CADA CLIENTE
Por lo que respecta precisamente a los clientes, y teniendo en cuenta que todo lo relacionado con el IoT es bastante nuevo, Barallat afronta que “cuando se aborda un proyecto, al final lo importante es hacer un caso de uso. Nosotros debemos decir esto te va a costar X, y va a subir 30 céntimos el coste que va a tener por uso y cliente; eso hay que ser capaz de ofrecérselo al cliente”.
Algunos de los casos de uso en los que trabaja Vodafone con administraciones tienen que ver con la gestión y distribución del agua. Por ejemplo, con el Ayuntamiento de Gandía y Go Aigua se trabaja en la gestión inteligente del suministro de agua para hogares e industria. De esta forma, se monitorizarán los contadores y la red de abastecimiento para mejorar la gestión de recursos hídricos.
Esto es parte de la relación de confianza con los clientes. “No podemos invertir recursos y esfuerzos sin saber cuál va a ser el resultado final. Esa es la parte donde los clientes nos valoran más. Lo que intentamos asegurar es que la parte técnica no sea un riesgo”. Bajo esa premisa, Vodafone mantiene el pie en el acelerador. Justo cuando el negocio residencial se ha vuelto un quebradero de cabeza para todo el sector de las telecomunicaciones, el operador rojo está paso a paso haciéndose fuerte en el ámbito del internet de las cosas. Y esto, en realidad, no ha hecho más que empezar.