Existe mucha leyenda negra sobre lo que ocurre si te tragas por accidente un chicle. Algunos aseguran que es extremadamente peligroso, que se te queda pegado a las tripas y cosas similares. Pero todas esas leyendas no son ciertas, lo que ocurre cuando te comes uno de estos dulces es algo bastante distinto. Y si estás preocupado por tu salud, deberías conocer la verdad.
También se ha extendido que es tóxico por la goma, o nocivo, para el organismo y que cuando se descompone libera elementos que podrían dañar tu salud. Pero algunas de las fuentes que dicen esto tampoco son demasiado fiables. A algunos niños se les traumatiza con este tipo de teorías para que no coman chicle o lo hagan con cuidado, pero eso tampoco es lo correcto.
Otras teorías que circulan son acerca de que un chicle podría durar hasta 7 años sin deshacerse dentro del estómago de una persona. Se dice que la goma que lo hace elástico está compuesta para que no se deshaga fácilmente y es por eso que dura tanto. Cosas como esa que asustan y alarman a quien ha sufrido un accidente bastante común, especialmente cuando el que se lo traga es un menor.
No sé si alguna vez has intentado mascar un chicle mientras comes otra comida por descuido por no acordarte de que tenías un chicle o porque lo hagas intencionadamente manteniendo el chicle a un lado y la comida al otro. Aunque parezca raro, cuando eso ocurre, tras un rato mascando el chicle éste empieza a deshacerse en trozos y es bastante desagradable… Por tanto, las teorías como la anterior dejan de tener sentido.
Lo de que se adhiere al intestino también se cae sobre su propio peso, ya que tragarse un chicle es un incidente muy común y en tal caso habría muchas personas con problemas serios en su aparato digestivo.
¿Entonces? ¿Cuál es la verdad? Pues bien, para eso está la ciencia, para determinar qué es lo que ocurre exactamente en tu organismo desde el momento en el que te tragas el chicle…
3Me lo he tragado, ¿ahora qué?
Lo primero, no entres en pánico. Si no te has atragantado, que es lo peor que te podría pasar, entonces calma. Ahora entenderás todo el camino y lo que ocurre con el chicle desde el momento en que te lo has tragado hasta que es eliminado de tu organismo. Es más, si se lo ha tragado un menor, no intentes hacerlo vomitar, o le des golpes bruscos si puede respirar perfectamente.
- El chicle estaba dentro de la boca, en el proceso de masticación. Por tanto, comienza como cualquier otro alimento sólido. Aquí la lengua y las muelas lo irán mascando sin éxito, ya que al ser goma no se deshace como el resto de alimentos. La saliva también interviene, generando mayor cantidad de ella, algo que ha generado también controversia sobre si es o no malo mascar chicle, e incluso si estás «engañando» a tu estómago si lo haces…
- La comida masticada bajará por el esófago, solo que en el caso del chicle no debería pasar por esta etapa. Si lo hace será porque te lo tragaste por accidente. No se queda pegado, baja como cualquier otro bolo alimenticio.
- De ahí caen en el estómago donde se agita y mezcla con los jugos gástricos que intentarán digerirlo. Esos jugos son muy ácidos, y pueden digerir parte de los componentes del chicle, pero no la goma principal. Es decir, las enzimas no lograrán descomponerlo, pero sí que extraerán otros nutrientes (en este caso principalmente carbohidratos si tenía azúcar).
- En la siguiente etapa, la goma pasará al intestino delgado como un resto de comida más.
- Del intestino delgado pasará al grueso y de ahí será expulsado de tu organismo en uno o varios días cuando vayas al baño. Así que si te sometes a rayos X o te hacen otras pruebas para buscar cuerpos extraños no habrá rastro del chicle.
¿Entonces puedo estar tranquilo? Sí, puedes estar tranquilo. El único caso donde perjudica tu salud o podrían ocurrir problemas más graves es en el caso de consumir muchos chicles. Incluso si no te los tragas, tienen aditivos que podrían ser peligrosos para tu salud en mayor cantidad, o generar diarrea, se te dispararán los carbohidratos si mascas muchos, etc. Y si tragas varios chicles podrían obstruir el tracto intestinal, especialmente si un niño lo traga junto con otros objetos.