Ni más ni menos que 128.000 millones de dólares. Esa es la cantidad que el Consejo de Aeropuertos Internacional de América del Norte (Airports Council International North-America) estima que es necesaria para mejorar las infraestructuras aeroportuarias del país. Un apetitoso bocado del que Ferrovial quiere sacar tajada.
De ahí que siga buscando pese a los dos últimos desencantos en tierras de Donald Trump. Por un lado, la rescisión unilateral por parte del Aeropuerto Internacional de Denver de la remodelación y explotación de la terminal Jeppesen en consorcio con Sanders Construction y el fondo JLC. Retrasos en las obras y sobrecostes fueron el detonante. Por otro lado, la no participación en la privatización del aeropuerto de Sant Louis-Lambert, en Missouri.
Las opciones que tiene por delante Ferrovial para captar nuevas oportunidades de inversión en aeropuertos de Estados Unidos son variadas. Una de ellas es la remodelación y ampliación del Aeropuerto John F. Kennedy (JFK) de Nueva York. En dólares, unos 13.000 millones para la construcción de dos nuevas terminales.
Además, la Autoridad Portuaria de Nueva York, y la Junta de Comisionados de Nueva Jersey, han aprobado 4.500 millones de dólares para dos sistemas de AirTrain y otras construcciones para el JFK, el Aeropuerto de La Guardia, y el Aeropuerto Internacional Liberty (LIA) en Newark.
Las autoridades del país cifran en 128.000 millones de dólares la inversión necesaria para mejorar los aeropuertos
De esa cantidad, 2.000 millones serán para el tren elevado de La Guardia que conectará el aeropuerto con Long Island y el centro de Manhattan; y otros 2.000 millones para reemplazar el actual monorraíl existente en LIA.
NEGOCIO PARA FERROVIAL
Para hacer frente a las necesidades de los aeropuertos, la inversión privada se antoja como fundamental para las autoridades del ramo en Estados Unidos. Por eso, las asociaciones público-privadas son la opción preferida.
Una asociación que podría llevarse a cabo en la construcción de una línea de tren que enlazaría el Aeropuerto O’Hare de Chicago con el centro de la ciudad. También en el desarrollo de un aeropuerto en los alrededores de Peotone, en Illinois. O la concesión de una terminal del Aeropuerto de Kansas City.
Si echamos la vista atrás, los activos de los aeropuertos han supuesto para Ferrovial retornos estables y flujos de caja. Dinero con el que han financiado otros proyectos. Los dividendos de los aeropuertos han sido los siguientes: en 2014, 341 millones de euros; en 2015, 132 millones; en 2016, 134 millones; en 2017, 237 millones; y, en 2018, 191 millones. En total, y durante los últimos 5 años, 1.036 millones de euros.
NO A OTROS PAÍSES
Con la venta de la división de Servicios, Ferrovial podría utilizar parte del dinero (los analistas estiman entre 2.000 y 2.500 millones de euros) para impulsar el segmento de construcción y gestión de aeropuertos.
De momento, Ferrovial sigue mirando con los ojos abiertos Aeropuertos de París (ADP), Catania (Italia) y Estambul (Turquía). Y ha mostrado interés por el Aeropuerto de Atenas y Dalaman (Turquía).
Otros países que están optando por privatizar sus aeropuertos son Brasil, Arabia Saudí (once instalaciones de cara a 2020), India, Vietnam, Indonesia y Malasia. De momento, Ferrovial no ha puesto bajo su foco a ninguno de ellos.