Hacerse un plan de pensiones parece casi obligatorio una vez que llegas a cierta edad. Por un lado, porque la Seguridad Social no parece que vaya a ser suficiente solvente en el futuro para garantizar nuestras pensiones. Y por otro, por las grandes ventajas fiscales que implica un plan de pensiones.
Con carácter general, todas las pensiones están sujetas a tributación en IRPF, salvo las otorgadas a determinados colectivos o que no llegan a determinada cuantía.
A la hora de realizar la planificación fiscal de fin de año y pensando en las declaraciones de la renta del año que viene conviene conocer todo lo relativo a las pensiones.
2Las pensiones exentas de
pagar impuestos
Hay pensiones que por su tipología están exentas de tributación. Por ejemplo, las provenientes de una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
Esto aplica tanto si la pensión te la paga la Seguridad Social como si te la abona otra entidad que la sustituya como consecuencia de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
Pero está exento hasta un tope, que será la prestación máxima que reconozca la Seguridad Social. El exceso a ese importe tributará como rendimientos de trabajo. A partir de los 65 años, estas pensiones pasan a convertirse en pensiones de jubilación, pero el tratamiento fiscal y la exención seguiría siendo la misma.