Acción contra el Hambre ha desgranado este martes algunos de los alarmantes datos que puede dejar la crisis climática en 2050 si no se revierte la situación. La ONG, durante la celebración de la Cumbre del Clima (COP25), ha apuntado que la salud nutricional de cinco millones de menores de cinco años podría estar en riesgo. Es más, de seguir así, se elevaría la desnutrición crónica en un 62 por ciento y en 189 millones el número de personas con inseguridad alimentaria en los próximos 30 años.
«A medida que la crisis climática agrava las crisis humanas, debemos trabajar para aumentar la capacidad de recuperación de las comunidades ante estos choques, brindar apoyo en el desarrollo de medios de vida sostenibles para la adaptación a futuras crisis y prevenir posibles connflictos derivados de la competencia por los recursos naturales», señala Didier Verges, responsable de prevención de desastres y resiliencia en Acción contra el Hambre.
Desde la ONG recuerdan que la crisis climática amenaza todos los pilares de la seguridad nutricional, reduciendo la producción agrícola y afectando al contenido de nutrientes de los cultivos. Las sequías, detonante de gran parte de los conflictos actuales, «se dilatan en el tiempo mientras crece el número y la intensidad de huracanes, inundaciones y olas de calor», advierten.
SOLUCIONES A LA CRISIS CLIMÁTICA
Entre las soluciones piden que se financie la emergencia y la resiliencia en los países golpeados por la crisis climática. «Es fundamental aumentar la financiación para responder las emergencias, pero también para generar la resiliencia necesaria para mitigar el daño», añade Verges. Asimismo, señala la migración y los conflictos como dos nuevos frentes que aumentan la presión sobre los recursos naturales existentes.
«En los conflictos en Siria, Somalia y Nigeria ha resultado ser un factor decisivo y se prevé que pueda convertirse en una fuente de conflictos importantes en muchas otras regiones. En África, los años más cálidos están asociados con una mayor probabilidad de guerra civil. Las proyecciones para 2030 sugieren un aumento del 54% de los conflictos armados en este continente», afirma Verges.
Por eso, demandan una nueva agricultura para frenar la crisis climática. Ya que los sistemas alimentarios producen hasta un 57% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. «La agroecología ofrece soluciones a este desafío, situando a la alimentación y a la nutrición en el centro de los problemas de desarrollo», explica Hélène Pasquier, responsable de seguridad alimentaria y medios de vida en Acción contra el Hambre.
Asimismo, piden ganar terreno al desierto y preservar agua segura para garantizar la nutrición. «Solo gestionando el agua como un recurso estratégico y de forma integrada con el resto de recursos naturales podremos ganar terreno al desierto», apunta Pablo Alcalde, que coordina en Acción contra el Hambre proyectos relacionados con la gestión comunitaria y transfronteriza de las cuencas hídricas.