El acto inaugural ha supuesto el pistolezo de salida de la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP25) que acogerá Madrid hasta el 13 de diciembre. El ministro del Clima de Polonia y presidente de la COP24, Michal Kurtyka, ha realizado el traspaso de la presidencia a la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt Zaldívar, que ha apostado por una transición climática que sea «más rápida, justa e inclusiva».
«El mundo nos está mirando. Es tiempo de actuar«, ha dicho la nueva presidenta, asegurando que el lema de la COP25 «no es un eslogan» ha asegurado Schmidt. Aunque la Cumbre nace sin grandes expectativas habida cuenta de que el momento clave se vivirá en la próxima de 2020 en Glasgow, año en el que entrará en vigor el Acuerdo de París, sellado en 2015. En este sentido, en Madrid se vendrá a constatar que los compromisos de París son ya insuficientes, y que es necesario elevar la metas.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestaba en las horas previas a la inauguración oficial del evento que «un compromiso de acelerar las acciones climáticas» por parte de los mandatarios internacionales, ya sería un éxito. Estamos acercándonos a una situación enormemente peligrosa, lo sabíamos, sabemos lo que hay que hacer y no actuamos a la velocidad que nos corresponde», ha explicado Ribera en este jornada inaugural en una entrevista en RNE recogida por Europa Press.
La titular para la Transición Ecológica ha recordado informes científicos que se han hecho públicos en las últimas semanas con «datos escalofriantes» que, en su opinión, «son una llamada de atención a los que dicen que ya habrá tiempo». Para Ribera, «es necesario activar todas las palancas de forma generalizada y muy rápida».
El ministra ha insistido en la importancia de que algunos de los estados que participan en la Cumbre de Madrid «anuncien y confirmen su voluntad de revisar sus contribuciones (reducción de las emisiones)» de cara a la preparación de la reunión de Glasgow del próximo año, en la que «hay que oficialiar e incrementar al alza las reducción y emisiones a las que cada país se ha comprometido».
Una de las invitadas a la Cumbre, la responsable del Programa Clima y Energía de WWF España, Mar Asunción, coincidía con la titular para la Transición Ecológica: «lo importante es que salga el anuncio por parte de los grandes países de que van a aumentar sus objetivos de reducción de emisiones«.
La COP25 ha venido precedida de luces y sombras en el panorama internacional. En el lado de las luces, Europa se rendía a los indicadores globales que alertan sobre la delicada situación medioambiental del planeta y se convertía, apenas dos días antes de la celebración de la Cumbre, en el primer continente en declarar formalmente la emergencia climática. El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado una resolución en la que reclama a la Comisión Europea, a los gobiernos de la UE y a “todos los agentes mundiales” que adopten con urgencia medidas para “combatir y detener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde”.
Las sombras, en este caso por destacadas ausencias o discretas presencias, las pondrán grandes países, como Brasil, China, Estados Unidos y la India. Unos, grandes emisores de CO2, como es el caso de Estados Unidos y China, y otros, como Brasil, con la reserva de oxigeno más grande del planeta. En cualquier caso, por acción u omisión, se trata de países imprescindibles en la acción global por el clima, la única acción realmente posible, que abarca un compromiso global, para dar respuesta a un problema global.
La recién nombrada presidenta de la COP25, Schmidt Zaldívar, ha subrayado que la presidencia chilena representa a América Latina y el Caribe y que los países en desarrollo tienen problemas ambientales, sociales y políticos distintos a los desarrollados. «Tenemos un desafío común pero con necesidades diferenciadas», ha especificado, al tiempo que ha recordado que las crisis sociales, como la que vive su país, y las ambientales, son dos caras de la misma moneda que hay que enfrentar de modo común.
AMBICIÓN CLIMÁTICA
También ha afirmado que los compromisos acordados en 2015 en el Acuerdo de París no son suficientes y ha invitado a todos los gobiernos del mundo entero y al resto de actores a unirse a la Alianza por la Ambición Climática, de la que ya forma parte España, para actualizar en 2020 las contribuciones nacionales de reducción de gases de efecto invernadero (NDC) y comprometerse a la neutralidad climática en 2050. El día 11 de diciembre, según ha recalcado, será el día de la ambición climática.
Schmidt Zaldívar ha recordado que se cumplen 25 años de las COP, una fecha que debe hacer reflexionar ante una ciudadanía que pide no sólo más justicia, sino más igualdad y consideración con los más vulnerables, así como un cambio de rumbo para establecer compromisos concretos y metas claras.
Previamente, el ministro polaco ha recordado que la COP24 dio lugar a lo que se conoce como las reglas de Katowize para la implementación del Acuerdo de París, aunque ha recalcado que quedan algunas «páginas en blanco» que la COP25 debe resolver. Un año después, tal y como ha recalcado, el mundo ha cambiado, pero ha manifestado su confianza en los jóvenes, que tienen el «coraje» de exigir la actuación.
Medio centenar de Jefes de Estado y de Gobierno, ministros, representantes de gobiernos de 196 países, organizaciones internacionales, grandes empresas y organizaciones empresariales, actores de la sociedad civil y de distintas ONG asisten a la cita anual del clima, que se celebra del 2 al 13 de diciembre en Madrid para tratar de impulsar la acción mundial contra la emergencia climática e implantar a partir de 2020 el Acuerdo del Clima de París.
En el ámbito más técnico de la Cumbre, las negociaciones se centrarán en implementar el único aspecto que queda sin acordar para la operatividad plena del Acuerdo de París, el artículo 6, referido a la regulación de los mercados de carbono. Sin embargo, el foco de esta cita se ha puesto en la importancia de que los países firmantes anuncien su voluntad de aumentar la ambición climática, incrementando sus contribuciones nacionales de reducción de CO2 (NDC), algo que deberán expresar formalmente a lo largo de 2020.
En una rueda de prensa celebrada este domingo 1 de diciembre, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha exigido mayor voluntad política para que el reto que tiene el planeta en la lucha contra el cambio climático no sea «inalcanzable«. «Estamos en el hoyo y cavando, y es demasiado tarde para escapar», ha avisado. Guterres ha sido uno de los líderes de esta Cumbre que se ha referido al momento en el que se celebra la COP25 como de «emergencia climática y punto de no retorno».