El incremento repentino y masivo de las compras durante la conocida cita capitalista de este viernes, el Black Friday, tiene el potencial de afectar muy negativamente a la salud de aquellas personas que padecen algún tipo de trastorno de conducta, en especial los relacionados con adicción.
Así lo advierten dos catedráticas desde la Fundación Gadea Ciencia, Beatriz González Valcárcel y Rosa María Baños, que han analizado las consecuencias perjudiciales que esta festividad representa tanto en el plano psicológico como en el económico.
María Baños avisa de lo que el Black Friday puede suponer para los que sufren ‘adicciones sin sustancia’, como la compra impulsiva: “De la misma forma que existen conductas de riesgo relacionadas con el alcohol o el juego, el Black Friday puede promover un incremento importante de compras impulsivas y precipitadas en pocos días.
«Las personas, especialmente las que tienen problemas de control de impulsos, pueden experimentar una urgencia incontrolable de realizar esa conducta, aunque luego pueden sentir malestar por no poder resistirse», ha continuado Baños.
La científica atribuye el fortalecimiento de la adicción a la creación de ‘circuitos de recompensa’, alimentados por las descargas de emociones positivas que se generan cuando el individuo hace una compra: «De hecho, cuando la compra se realiza, se activan factores neurobiológicos, como los circuitos de recompensa, que generan una enorme subida de emoción positiva, que refuerza aún más esta conducta que, sin embargo, puede tener efectos muy negativos”, ha explicado la catedrática.
Baños asegura que este tipo de campañas agresivas puede agravar los síntomas de este tipo de condiciones o comportamientos, y lo ilustra diciendo: “Es lo mismo que si a un adicto a la comida le pones delante de un enorme bufet, en un contexto en el que comer es fácil, y lo complicado es resistirse».
La científica, en relación a las grandes ofertas, ha dicho: «Los precios son más atractivos y esto incrementa el impulso y la urgencia o necesidad de comprar, asociado además a un pensamiento de que pueden perder una gran oportunidad o que va a haber algo más barato que mañana no van a encontrar. La tendencia es terminar comprando mucho más de lo que se necesita”.
EL BLACK FRIDAY COMO CURA FUGAZ A LA DEPRESIÓN
La experta también ha detallado cómo los trastornos de ansiedad o depresión entran en relación con este fenómeno de compra impulsiva, transformándose la compra en una forma de regulación emocional:
“Cuando existe malestar, ansiedad, depresión, vacío o soledad, las compras son una manera de regular las emociones, de la misma forma que puede serlo la comida, la bebida o el juego. En el momento de la compra hay un incremento de la actividad de los circuitos de recompensa, y por tanto ese mecanismo de regulación emocional se ve reforzado como medio para paliar estos sentimientos negativos”, ha afirmado Baños.
Como remedio a estos problemas, la científica recomienda el tratamiento psicológico frente al farmacéutico, pues “ayuda a disminuir esa necesidad o “urgencia”, y no solamente en el momento del problema, sino que sus efectos a medio y a largo plazo pueden ser más positivos para la persona, sobre todo cuando hablamos de prevenir recaídas”.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS: EMPLEO TEMPORAL Y FUGA DE IMPUESTOS
Respecto a las secuelas sociales y económicas del Black Friday, Valcárcel afirma que: “Las calles se están llenando de locales vacíos, en favor de las compras online, y el pequeño comercio está desapareciendo, mientras las multinacionales extranjeras captan mayores cuotas de mercado y no contribuyen a la recaudación de impuestos en España».
La catedrática ha avisado también de que aunque se experimente una mayor contratación eventual para los días que dura el Black Friday, estos empleos no duran demasiado y además producen un acortamiento de la campaña navideña.
Valcárcel lo ha explicado diciendo: «Como la contratación temporal se concentra en pocos días, aunque el empleo aumenta eventualmente, también se acorta la duración de la campaña navideña y se reduce el empleo neto”.