El Pisuerga, Valladolid y la (mala) excusa de Red Eléctrica para ejecutar su ERE

Jordi Sevilla, presidente de Red Eléctrica, descubrió recientemente un hecho sobrecogedor: el Pisuerga (un afluente del río Duero) pasa por Valladolid. No conocemos si fue porque visitó la ciudad castellana o porque alguien se lo contó. Las malas lenguas dicen que en Valladolid no se suelen ver socialistas, por lo que nos inclinamos por la segunda. Sea como fuere, tan importante fue su hallazgo, tan impactado quedó el exministro, que ha decidido ejecutar un ERE (que él prefiere llamar plan de prejubilaciones). Bueno, en realidad no. La excusa oficial es el recorte que va a ejecutar la CNMC sobre la retribución de pago a la eléctrica. Una caída de ingresos que no ha llegado, que tardará varios años en hacerlo realmente y que será mucho (y quizás nos quedemos cortos) más suave. En definitiva, que para usar pretextos malos podían haber utilizado la primera y, al menos, había sido más divertido.

La ciencia económica, junto con sus estudiosos y eruditos, se ha esforzado por explicar una combinación esencial entre dos conceptos dentro de una empresa: los ingresos (como producto de precio y cantidad) y los empleados. Por lo general, más del primero exige más del segundo y viceversa. Pero claro, eso funciona en el denominado mercado libre, que (por desgracia) no es más que un imaginario para simplificar ecuaciones. A medida que las redes entre empresas, consumidores y Gobiernos se complican aparecen otros modelos más realistas como los oligopolios o los monopolios (estatales y naturales) que dificultan la anterior combinación. En última instancia, aparece Red Eléctrica que va más allá de un monopolio, puesto que el dinero que recibe viene por ley. Por lo que sus ingresos reales y el número de empleados prácticamente no guardan relación directa.

¿Cómo se puede comprobar lo anterior? Muy fácil, viendo cómo han evolucionado las grandes partidas de la compañía. En primer lugar, el número de empleados ha crecido algo más de un 7% desde 2014, aproximadamente. Si nos retrotraemos a 2010, ahora después veremos porque dicho año, el incremento es del 11%. Por su parte, los ingresos lo han hecho más de un 11% en esos años, o un 57% más que el personal, y un 39% más que desde 2010, lo que supone más de tres veces el incremento de los empleados. Pero esas cifras van mucho más allá: el beneficio ha crecido 37% (un 70,2% en la última década). El pago de dividendos, que tanto defiende Sevilla, ha crecido un 55%. Por último, como resumen de todo lo que ha guardado la compañía, el efectivo que mantenía en 2018, hasta un 258%.

En definitiva, la relación entre ingresos y número de empleados es muy difusa en el caso de la eléctrica pública española. Pero utilizar la CNMC como excusa mala, preferíamos por ser más didáctica y divertida la del Pisuerga que pasa por Valladolid, tiene más fallos. Otro evidente es que el recorte será bastante más suave del esperado y, además, no afecta a los años que alude la compañía. Las cifras grosso modo son que la disminución propuesta entre 2020 y 2025 será de 672 millones. Hasta ahí todo lo conocido, porque a partir de aquí aparecen los peros y los asteriscos.

Recientemente, el Gobierno le ha dado a la eléctrica 300 millones, con los que no contaba, reduciendo a la mitad el el recorte. Asimismo, la pérdida de ingresos se centra más allá del 2022. En concreto, las estimaciones de Bloomberg en ingresos para 2020 es un 5,1% superior a 2018 y para Citi en 2021 el incremento, también respecto al 2018, será del 16%. Además, Red Eléctrica se va a ahorrar 92 millones en inversiones hasta 2022 respecto del plan original. Por último, Hispasat debería contribuir con fuerza ese año, ya que según desde Citi esperan «un aumento del 50% de las ganancias» en la ahora filial de la firma eléctrica española. El varapalo importante vendrá en 2024 y 2025, no antes, por mucho que lo quieran usar de excusa. Al final, para los próximos tres años el desfase a cubrir apenas supera los 30 millones. Es más, en 2025 se espera que ingrese 1.379 millones, una cifra que no se veía desde 2010 (que habíamos utilizado como referencia) cuando en la empresa trabajaban 200 empleados menos que actualmente. Sí, los mismos que curiosamente dicen los sindicatos que se pueden recortar en próximos años.

LOS CONSEJEROS SE HAN INCREMENTADO EL SUELDO CINCO VECES MÁS QUE EL RESTO

Por si acaso la excusa de la CNMC no colaba, cosas más raras se han visto, se acompañó de otras medidas que parecen muy dolorosas para los que toman las decisiones. Se avisa de que lo siguiente es información altamente sensible para personas impresionables, por lo que se recomienda coger clínex. En un alarde de honorabilidad como no se ha visto, los consejeros decidieron congelarse el sueldo, dado que lo de reducírselo ya es demasiado. Por lo que el exministro Sevilla, que llegó hace menos un año, deberá apañárselas con cobrar medio millón de euros al año, mientras el IPC se desboca más allá del 1%. Habíamos avisado de que iba a ser triste.

Pero antes de que a más de uno (o una) se les caigan las lágrimas cual canalón en pleno diluvio, es mejor matizar algunos detalles respecto de lo anterior. Los consejeros de la compañía han sido los grandes beneficiados de los últimos años y no los empleados, a los que ahora se les va a despedir. Así, desde que se inició el último periodo regulatorio, que ha abarcado desde 2015 a 2020, la remuneración recibida por el consejo de la compañía se ha incrementado en un 39,2%. Por su parte, la de los empleados lo ha hecho en un 15%, aunque ajustado el aumento de plantilla, que ha sido del 7%, se queda en un 7,7%. Por lo que la lectura final es que los consejeros han decidido congelarse el sueldo después de incrementárselo cinco veces más que a los trabajadores en apenas cuatro años. Lo dicho, para echarse a llorar.

En conclusión, que tras repartir a los fondos más de 2.300 millones de euros en dividendos. Además, de gastarse, solo en este 2019, más de 1.200 millones de euros en Hispasat y expandirse por Brasil. Después de aumentar la remuneración a sus consejeros cinco veces más que a cualquier empleado. Red Eléctrica asegura que no podrá asumir con la actual plantilla un recorte de aproximadamente 46 millones de euros cada año hasta 2025. Si fuéramos mal pensados recordaríamos las palabras de Sevilla, allá por 2010, que decía que «debería aprobarse un plan de jubilación anticipada para los funcionarios», para entender este movimiento. Pero seguro que no, que la culpa la ha tenido el Pisuerga digo el (ya famoso) “hachazo” de la CNMC.