Disney ha conseguido que muchas niñas cumplan su sueño y sean los ídolos de masas. Es especialista en coger a pequeñas niñas angelicales y exprimirlas hasta que no sean más que un recuerdo de lo que un día fueron.
La infancia robada de estas niñas es directamente proporcional a la cantidad de dinero que manejan, aun cuando no tengan cabeza para hacerlo. Es fácil caer en las drogas, el alcohol, los escándalos o la depresión cuando no sabes qué es un “no” o un fracaso. Mientras que estas niñas siguen aumentando las arcas de la productora Disney son bien recibidas, pero llegan a una edad en la que ya no son compatibles con sus series, así que es hora de coger a otra.
El momento de transición de niña a mujer para las pequeñas actrices Disney es un punto difícil y decisivo en sus vidas. Si son capaces de asimilar que Disney fue una etapa de sus vidas y consiguen continuar creciendo dejando a un lado ese mundo, todo irá bien. El problema es cuando se sienten muñecos rotos que ya no sirven y quedan relegados a una esquina a la que nadie mira.
Hay algunas actrices Disney que han dado un paso más y han continuado sus carreras de actrices sin necesidad de que el Ratón les cogiese la mano. Sin embargo, hay otras que no han sabido asimilar el obligado “adiós”.
Veamos algunos de los ejemplos de princesas Disney que han pasado a ser Cenicientas en algún momento de sus vidas.
4Maitland Ward
La pequeña Maitland Ward era la compañera de piso de la serie “Yo y el mundo”. No es la primera ni la única niña Disney que ha pasado de usar pasadores en el pelo a coger el látigo de cuero. En la actualidad es actriz porno.
La actriz no tiene ningún reparo en decir que este es otro tipo de cine distinto y que su carrera de actriz no se verá perjudicada por realizarlo. Además, la ya madurita niña de Disney, a sus 43 años, tiene un cuerpazo que luce en webs porno propias. También tiene una película porno en la que sale como protagonista: Drive. En la que ella es dominatrix.
Hay actrices que cuando ven su futuro truncado cambian de registro y se vuelven cantantes, pero Maitland ha decidido dar un giro de 180 grados y usar su atractivo y su fama a modo de marketing morboso. Cosa que parece que le está funcionando.
