sábado, 23 noviembre 2024

EasyJet: del triunfo del ‘low cost’ a lidiar con Greta Thunberg

“Han aparecido personas como Greta Thunberg que dicen que no hay que volar”. Así es cómo Javier Gándara, director general de EasyJet en España, ha reconocido el nuevo desafío al que se enfrenta el sector aéreo. Un reto que considera “aceptable” y al que ahora, el modelo low cost, también tiene que hacer frente.  

“El crecimiento no es bueno, necesitamos que sea accesible y sostenible”, ha asegurado Gándara durante su intervención en el encuentro ‘Reinventando la eficiencia: el modelo low cost’, organizado por la empresa Vasalto y en el que el director de EasyJet ha desgranado algunos de los éxitos del modelo de bajo coste aéreo a través de su libro ‘Revolución en los cielos’.

No es el primero ni el último directivo de una aerolínea que reflexiona sobre el movimiento nacido en Suecia Flygskam (o vergüenza de volar en avión) que se extiende por los países nórdicos gracias a activistas como Greta Thunberg y llega a España de la mano de otros como Errejón. El ex de Unidas Podemos aprovechó esta corriente que cala entre los más jóvenes para atraer votos durante la pasada campaña electoral para proponer limitar los vuelos peninsulares para los cuales exista una alternativa competitiva en tren.

Desde Ryanair opinan que no es la solución. “Las aerolíneas ya pagamos impuestos medioambientales. Este año, Ryanair pagará 630 millones de euros en tasas medioambientales, incluida la ecotasa en Cataluña”, apunta Alejandra Ruiz, portavoz de la aerolínea, quien señala que, en caso de aplicarlos, debería ser “en igualdad de condiciones para todos”.

No obstante, cada aerolínea está poniendo en marcha sus propias medidas para reducir el impacto sobre el medio ambiente de los vuelos, antes incluso del movimiento Flygskam. El pasado año, EasyJet anunció su objetivo de conseguir una mejora del 38% respecto a las emisiones de carbono en el año 2022 gracias su flota de aviones A320 y A321 que ayudarán a la compañía a reducir de forma importante su huella de carbono manteniendo su compromiso con la sostenibilidad.

De hecho, la aerolínea británica va más allá incluso ya que planea operar con aviones eléctricos (o al menos, híbridos) en el 2030 junto a su socio tecnológico, la estadounidense Wright Electric. EasyJet considera que este tipo de naves se podría usar en rutas de unos 500 kilómetros, como por ejemplo el trayecto Londres-Amsterdam. Se estima que el ahorro de costes en energía sería del 30%, aproximadamente.

PLANES DE OTRAS AEROLÍNEAS

El resto de aerolíneas también mueven ficha. IAG –matriz de Iberia y Vueling– ha lanzado un plan para invertir en combustibles sostenibles, renovar su flota con aeronaves menos contaminantes y buscar alternativas al impacto de los aviones en el medio ambiente. Dentro de este, British Airways compensará las emisiones de los vuelos nacionales del Reino Unido a partir de 2020, algo que se estudiará en otros mercados. 

Por otro lado, en Air France cuentan con su programa ‘Action Carbone’ para proponer a sus clientes compensar las emisiones de CO2 vinculadas a su viaje. La francesa pone a su disposición una herramienta de cálculo de las emisiones de carbono, que permite evaluar estas emisiones para todos los destinos operados.


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