Puede ser que pienses que estás con la pareja de tu vida y que todo lo que hace tiene un porqué, pero siento decirte que hay cosas que no tienen más explicación que la propia locura. Los principios son muy bonitos, te quiere, lo quieres. Todo son palabras de amor y de dulzura; sin embargo, con el tiempo las cosas pueden llegar a cambiar “demasiado”.
El gran problema de la sociedad es que no somos sinceros con nosotros mismos, por lo que imaginar que tu pareja te va a ser claro es más bien una utopía. También existe el extraño caso en el que lo idílico y bonito dura de por vida, pero es más bien como encontrar un trébol de cuatro hojas, posible, pero difícil.
Hoy trataremos algo bastante preocupante que puede llegar a convertirte en el protagonista de una película de terror sin que te des cuenta. Hay quien tiene una pareja que hace cosas raras y no las tiene en cuenta. No obstante, si los indicios son los siguientes, es mejor que corras y le compres una camisa de fuerza si quieres volver a dormir tranquilo.
Pareja tecnológica
La tecnología ha conseguido acercar a las personas, pero también que los engaños y las mentiras sean más sencillas. El teléfono móvil es donde guardas lo que nadie debería ver y para eso se le ponen contraseñas e incluso la huella dactilar.
Si tu pareja es de las normales, comprenderá que hables y te relaciones con más personas además de ella. Sin embargo, las hay que controlan absolutamente todo lo que haces en las redes y te interrogan sobre quién es tal o cual.
Si solo se queda en un «Tercer Reich», la cosa no es demasiado preocupante. Lo malo es cuando estás durmiendo y notas que te cogen la mano. Ese momento en el que abres los ojos y te das el susto de tu vida. Cuando la ves agazapada entre las sombras con tu teléfono en una mano y tu dedo en la otra, y cara de psicópata intentando desbloquear el dispositivo a toda costa. Ni el susto de creer que un monstruo nocturno te está atacando ni la falta de confianza tienen precio… corre mientras puedas.
Pareja manipuladora
Existen otro tipo de personas que, cuando comienzas una relación, eso de que te incluya y planifique toda tu agenda puede llegar a resultarte hermoso. No obstante, hay momentos en los que esa pasión desmesurada puede llegar a hacerte sentir incómodo.
Necesitan tenerte al lado absolutamente para todo y cuando no es así, la pelea correspondiente y el numerito están garantizados. Planean su vida en torno a la tuya. Está bien que una pareja comparta momentos y tengas cosas en común, pero siempre es necesario poder respirar un poco.
Cuando no consiguen que estés presente, incluso cuando están en el cuarto de baño, estas parejas hacen como si el mundo fuese a terminarse y tú fueses el único culpable de ello. Al final acabarás cediendo y tu vida se convertirá en un infierno.
San Yo
El que tiene una pareja que no está demasiado en sus cabales acabará medio desquiciado también porque terminará viendo esos actos como si fuesen normales. El “San Yo” es que todo se hace por sus narices y no importa que tú pienses lo contrario.
Son personas que necesitan ser siempre el centro de atención. Cuando están en un entierro son las que más lloran, si es un cumpleaños piden el deseo de la vela y si se trata de una despedida de soltera el chico del striptease le tiene que arrimar a ella la cebolleta.
Es peligroso estar con una pareja así porque de pronto eres un cero a la izquierda y tu mundo ha desaparecido por completo.
Mentirosa patológica
No sabes cómo, pero el mismo Shakespeare se queda en pañales al lado de tu pareja. Son personas que viven una fantasía alternativa que se inventan y de la que te hacen partícipe. Le cuentan historias que os han pasado a vuestros amigos y te hace confirmarlo cuando tu cara es un poema intentando recordar cuándo sucedió todo eso.
Es tanta la imaginación de tu pareja que te llegas a cuestionar tu propia cordura. Ya no distingues entre lo que es real de lo inventado y estarás en un nivel de estrés diario sin saber por qué exactamente.
Vivir con una pareja que miente de forma compulsiva puede llegar a ser extremadamente estresante e incluso causarte problemas de insomnio y de ansiedad. No merece la pena estar en esa situación por nadie por mucho que lo quieras.
Celos
Los celos son un problema más serio del que piensas. Una cosa es tener miedo a perder a la pareja y mostrarte un poco a disgusto cuando ves que tiene buena relación con otras personas, y otra distinta, no dejarle vivir.
Cuando la persona no está demasiado bien de la cabeza es capaz de ponerte la alianza de compromiso pegada a la escayola de la mano si te la rompes y así avisar que estás cogido. No te dejará tener amistades del sexo contrario y si son compañeras de trabajo las tendrá investigadas una a una.
Si tienes una pareja celosa sabrá el nombre, teléfono y dirección de todas las féminas que te rodean o que, de una forma u otra, son parte de su vida. Ni los de la KGB tendrán tantos datos almacenados. Es un poco espeluznante y a la vez da miedo.
Sexo
Si eres de las personas a las que el sexo les gusta bastante usarán las relaciones para tenerte pillado. Cada vez que no tenga razón y la pelea no termine como quieren harán que la cama sea su punto para terminar ganando.
Son capaces incluso de hacer realidad tus más oscuros y lujuriosos deseos para engancharte de tal manera que el chantaje con el sexo sea algo que hagas que te replantees si merece la pena la discusión o no.
Tienen la habilidad de darle la vuelta a la tortilla y que pases del máximo nivel de enfado a estar encima suya haciéndole el amor.
Ten cuidado si tienes una pareja de estas características porque es una muerte vaticinada que puede terminar con tu propio raciocinio.