Todo el mundo conoce a Kiko Hernández. Saltó a la fama cuando tenía tan solo 25 años y tras su paso por participar en la tercera edición de Gran Hermano (presentado por Pepe Navarro). Hizo un buen concurso y llegó a la gran final, pero finalmente ganó Javito. Dentro de la casa se enamoró de Patricia Ledesma y desde que salió del encierro no paró de trabajar en la televisión hasta llegar a Sálvame. De sus comienzos no está muy orgulloso, pues hizo unas declaraciones donde decía que no se ganó la vida de la mejor manera y que estaba totalmente arrepentido.
En 2017 fue padre por medio de un vientre de alquiler y en la actualidad tiene miedo por el futuro de sus dos hijas. El colaborador de Sálvame diario y Deluxe padece una enfermedad llamada artritis psoriásica y esta ataca a las articulaciones produciendo inflamaciones crónicas. Está bastante preocupado y parece ser que estaría pensado en dejar la televisión para siempre. Te contamos sus últimas declaraciones y lo que dijo sobre su pasado televisivo.
La enfermedad de Kiko Hernández
Kiko Hernández es uno de los colaboradores con más peso dentro de Sálvame diario y Sálvame Deluxe. Es ofensivo y no deja a nadie indiferente con su lengua viperina. En algún momento, y durante un tiempo, dejó, de forma temporal, de participar en el programa. Alegó que padecía depresión, pero volvió enseguida y todo indicaba a que no sufrió esa enfermedad, pues todo el mundo sabe que no se cura de la noche a la mañana.
En la actualidad, parece que está pensado desaparecer de la parrilla televisiva y el motivo podría ser una enfermedad crónica que padece. Esta le inflama las articulaciones y no se las deja mover de forma normal. Esta enfermedad tendría el nombre de artritis psoriásica. Cierto es que Kiko es uno de los rostros más populares del programa. Este es líder de audiencia en su franja horaria, pero el colaborador, tras no poder más con su enfermedad, dejaría para siempre el programa de Sálvame.
Desde que participara en Gran hermano no ha dejado de trabajar en televisión con mucho éxito, pero está cargando con la gran mochila de su enfermedad y no le deja ser él mismo en Sálvame. Esta enfermedad suele aparecer como una simple psoriasis y luego se manifiesta desarrollando inflamaciones en las articulaciones y puede incluso comenzar antes de que salgan lesiones en la piel. Fue el mismo Kiko Hernández quien ha dado la noticia sobre su enfermedad y no ha dejado a nadie indiferente. Además, Kiko declaró que tenía mucho miedo de que le pueda ocurrir lo mismo a algunas de sus hijas.
Ha padecido la enfermedad durante años en total silencio, pero no ha podido más y ha tenido que expresarlo. A largo plazo podría atacarle a las piernas y los brazos y dejarle sin movilidad. Tiene miedo a que la enfermedad ataque a algunas de sus hijas, pues son muy pequeñas aún. Ha confesado que los dedos de sus manos están un poco afectadas e inmóviles. En los dedos tiene pinchazos, sobre todo en la mano derecha.
Esta enfermedad es incurable y la padece un porcentaje de un 10 a un 30% de la población española. Esto llevaría al colaborador a que abandone Sálvame de por vida. Son muchas horas las que tiene que estar en plató y le podría perjudicar a su enfermedad. Por culpa de las posibles inmovilizaciones que podría tener, tendría que ponerse prótesis en el futuro. Sin lugar a dudas es una noticia triste, pues Kiko Hernández tiene en la actualidad solo 43 años.
El arrepentimiento del colaborador
Hace poco tiempo, Kiko Hernández dio un repaso a su vida en una revista. Todo comenzó cuando el colaborador participó en Gran hermano 3 (no presentado por Jorge Javier Vazquez). En el concurso, comenzó una relación amorosa con Patricia Ledesma, pero todo acabó como el rosario de la aurora.
En el momento en el que salió del concurso, los platós de televisión no dudaron en darle cabida. Comienza en el programa de Crónicas marcianas y Salsa rosa. Su asistencia se simplificaba en ir por dinero a cambio de hablar mal de toda aquella persona que se pusiera delante. Su objetivo más directo fue la madre de Patricia (Encarni Manfredi). En la actualidad, le ha pedido incluso perdón.
Dijo demasiadas burradas y solo por dinero. En el plató de Salsa rosa también criticaba a todo el mundo. Sabía que no estaba bien y que no estaba de acuerdo, pero solo veía las grandes cantidades de dinero que podía ganar. Ha confesado que se ganaba la vida de una manera muy sucia.
Fue en Crónicas marcianas donde Kiko Hernández finalmente explotó. Las exigencias del programa eran bestiales y todo el mundo se metía con todo el mundo. La diana se vertía en los concursantes que habían salido de la casa de Gran hermano. Cuando el programa amenazaba con desaparecer, todo fue a peor y la tensión no se pudo soportar por más tiempo.
Ha sentenciado que no podía dormir de la propia tensión que tenía cuando participó en los últimos cien programas. Sabían que tenían menos audiencia y que había que hacer todo lo necesario para poder ganar más cuota de visionado.
Ha dicho que nunca Javier Sardá le presionó para que dijera cosas de las que se podía arrepentir, pero claro, es el que le pagaba el dinero y no se debe de morder la mano que te da de comer. Una noche se negó a decir varias cosas que no veía del todo bien y a la mañana siguiente fue el mismo Javier quién le llamó por teléfono para decirle que sería el último día de participación. Hay que recordar que Kiko Hernández estuvo en este programa el tiempo suficiente como para hacerle mucho daño a todo el que pasaba. Desde que pasó a las filas de Sálvame la vida le cambió, pero algo tendrá el Kiko Hernández de hoy del que participaba todas las noches de Telecinco.