Carrefour y Lidl compiten por vender más, y no solo en el sector de la alimentación, sino también en el textil. Quitarse el san Benito de que comprar ropa en el supermercado es algo cutre no es tarea fácil y han encontrado la solución. Ambas cadenas han creado colecciones cápsula y caras conocidas como fórmula infalible para dar valor a sus productos. Vender lo máximo posible es la meta que todos quieren alcanzar.
Estas marcas comienzan a ser relevantes en el sector y compartir cuota de mercado con el gigante Inditex. El estudio realizado por la consultora Kantar revela que Carrefour es la quinta superficie en ventas con 7,5 millones de compradores. Le superan Primark, El Corte Inglés, Decathlon y Zara. Otros dos supermercados se cuelan en el top de ventas del textil, Lidl y Alcampo, con 4,5 millones y 3 millones de compradores respectivamente.
Los 700.000 compradores que distanciaban en 2018 a Carrefour de Zara, el buque insignia de Inditex, hacen que se tome más en serio a Tex. A Gran Vía y Serrano les sale competencia, el panorama del fashion se traslada al supermercado, así lo demostraba la diseñadora sevillana Rocio Osorno el pasado fin de semana, cuando consiguió atraer al mundillo influencer al Carrefour de Majadahonda.
El motivo era la presentación de sus prendas favoritas para el otoño de la colección textil de Carrefour (Tex). La diseñadora de moda, que cuenta con más de un millón de seguidores en Instagram, y sus amigas vestían artículos de la marca. Como técnica publicitaria es ambiciosa, pero Carrefour no es la única que la ha utilizado.
LIDL Y ALCAMPO GANAN PROTAGONISMO
Lidl hace una gran apuesta por dar visibilidad a su línea textil (Esmara). La publicidad y colaboración de actrices y famosas siempre ayuda. Heidi Klum, Dafne Fernández, Mayte de la Iglesia o Jessica Bueno son algunos de los nombres vinculados a la marca en los últimos cuatro años. Pero al contrario que grandes marcas como Inditex o H&M, Lidl no ofrece una colección permanente, sino un total aproximado de diez cápsulas al año para las temporadas de primavera/verano, otoño/invierno, además de especiales de baño y lencería.
Quizá fuese la frase del dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, acerca de que compraba algunas prendas en Alcampo (In Extenso) lo que repuntó las ventas del supermercado. Sorprende ver que Lefties y Mango superen en pocos miles de personas a Alcampo en sus clientes de textil, puesto que, la visión sobre sus prendas es muy diferente. Los factores que han influido en este cambio de tendencia, que supone un lavado de cara para la ropa de los supermercados, no están muy claros, aunque lo cierto es que, el tiempo y el dinero son cuestiones de peso en cualquier familia.