La miel española tiene muy buena calidad. De hecho, es considerada la mejor de Europa. Muchas de las que se compran en los supermercados (Mercadona, Lidl, El corte inglés…) no provienen del país, sino que el lugar de origen puede ser europeo o chino. Gracias a la calidad que posee la miel en España, muchos de los países la quieren comercializar en sus centros más destacados.
Hay que tener mucho cuidado cuando se compra un tarro de miel en cualquier supermercado cercano, pues muchos en sus etiquetas no informan del lugar de procedencia. Esto es algo que hay que cambiar, pues en muchas se puede leer «mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE». No se dice qué porcentaje tiene cada origen y esto hace que se dude realmente de la calidad del producto. Te vamos a enseñar cuáles son las claves para saber si la miel es española o solo procede de otro país (y descubrir si en Mercadona, Lidl, El corte inglés y otros supermercados venden la española de verdad).
Granja San Francisco: Carrefour y El corte inglés
Muchos tarros tienen un origen del 20% de otro país y un 60% de China. Esto menoscaba la calidad o el sabor de la miel, pues se quiere consumir un producto nacional. Los apicultores de España reivindicaron y consiguieron que, a partir del año 2020, sea obligatorio etiquetar correctamente con el lugar de origen de la miel. Habrá que especificar la cantidad de producto local que tenga el bote.
La miel de buena calidad está compuesta básicamente de agua y azúcar. Contiene aminoácidos, vitaminas, antioxidantes y muchos minerales.
La miel de China, en cambio, se dice que está adulterada con elementos como la glucosa, la sacarosa o mucha más agua y azúcar. Suelen dejar la miel con un color más tenue y transparente para que sea más bonita a la vista.
La miel de La granja San Francisco es española, más concretamente pertenece a zona del Levante. Es una marca muy conocida en el mercado cuyo origen está en los monasterios de Valencia.
No todos sus productos son 100% origen español. Ellos se encargan de etiquetarlos, para así informar de los elementos que son de España y cuáles no. El precio medio de un kilo de miel de esta marca es de 14,64 euros.
El último producto que ha lanzado al mercado ha sido una crema de miel con avellanas (miel de Manuka), así como una miel de romero.
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Para contrarrestar la mala imagen que posee al importar mieles más económicas de otros países, sus apuestas para poder mejorar pasan por una línea de mieles que tienen un origen ecológico de España.
Lo ideal es mirar siempre la etiqueta del envase para saber cuál es originaria de España y así poder comprar la que quieras, si 100% española o con mezcla de otras mieles.
Se puede comprar esta miel en los supermercados franceses de Carrefour por un precio aproximado de 18,43 euros el kilo. Al ser una marca tan popular, también se vende en El corte inglés.
Miel de Alcampo
Esta miel la venden en Alcampo y su precio medio es de 2,98 euros por un envase de 500 gramos.
Cuando se lee la etiqueta del envase se ve que no especifica correctamente su origen y se limita al mensaje de siempre: «mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE».
Por eso, lo cierto es que no podemos decir que sea miel realmente de España (en varias publicaciones se habla de que es miel de España y de China). Eso sí, el envasado se realiza en Castellón por la empresa Mielso.
Miel de flores de El corte inglés
Esta miel que se puede adquirir en El corte inglés bajo la marca Aliada. Se fabrica en Madrid y su precio medio es de 3,30 euros, por un envase de 500 gramos.
Sin embargo, de nuevo te encontrarás con que en su etiqueta se lee que se cosecha tanto dentro como fuera de la Unión Europea.
El Corte inglés lo avisa a través de su página web ya que, en el supermercado online, advierten de que la miel tiene tanto de la Unión Europea como fuera de ella. La fabrica la empresa Primo Mendoza de Carlet, situada en Valencia.
Miel de naranjo y romero de Mercadona
Esta miel de Mercadona la fabrica la empresa Apisol S.A, ubicada en Montroy (Valencia) para la marca blanca Hacendado.
En el tarro se informa claramente que está cosechada en España y no está fabricada por una empresa extranjera.
Su precio es un poco elevado si se diferencia con la miel de flores. La miel de naranjo tiene un precio medio de 3,84 euros y la miel de romero de 4,19 euros (los dos tarros tienen un contenido de 500 gramos). Pero merece la pena esta miel de Mercadona.
Miel de Lidl
La miel de Lidl, otra de las más consumidas, junto con la de Mercadona, es conocida como Bio organic miel. Es un producto que tiene un origen natural y una procedencia ecológica. Es rica en vitaminas C y B, así como en ácido fólico y minerales como el magnesio, el cobre, el fósforo, el potasio, el calcio, el azufre, el sodio y el manganeso.
Contiene una cantidad importante de azúcares y hay que consumirla con cuidado para evitar que nos suba demasiado el azúcar en sangre. Proporciona energía rápida. Es ideal para deportistas o niños mayores de 18 meses. Se puede acompañar con postres, yogures, quesos o frutas.
Sin embargo, nos volvemos a encontrar con una miel que avisa: Mezcla de mieles originarias y no originarias de la UE. Procedente de agricultura ecológica. Así que ojo con pensar que la de Lidl es 100% española.
Miel de Aldi
La miel de Aldi (como la de Lidl) es una mezcla de mieles originarias y no originarias de la Unión Europea. Procede de la agricultura ecológica.
Uno de los productos más destacados es la miel cremosa ecológica. Tiene atributos alimenticios de la miel y posee una consistencia ideal.
Es ideal para mezclar con alimentos. Su precio es de 8 euros aproximados por cada envase de 500 gramos y 4 euros por un envase menor. Cuando se compra en la versión líquida presenta un dispensador muy cómodo. El precio de este envase es de 3,79 euros. La miel monofloral (700 gramos) cuesta 6 euros aproximados. Las mieles de Aldi son distribuidas bajo la marca Gutbio.
Así se falsifica la miel
Al margen de la miel que puedes comprar en El corte inglés, Mercadona, Lidl, etc. conviene saber cómo pueden hacer que cambie tanto.
La miel se puede falsificar de diferentes formas. En primer lugar, se la puede purificar. La miel está compuesta por polen y ceras. Sus naturales ingredientes son necesarios siempre. Pero se puede filtrar para obtener un producto de más calidad, aunque, en ocasiones, se extraen todas para dar una imagen homogénea.
Cuando se busca conseguir un mejor atractivo para la vista baja la calidad y sus propiedades. Esta práctica se usa sin pausa para generar fraude. Al quitar el polen y las ceras no se sabrá bien la procedencia de esa miel. Es una práctica generalizada para poder evitar que se detecte el mercado originario.
En segundo lugar, otra forma de modificarlas es incorporando agua o azúcares. Todos estos aditivos dan mucho más de sí la cantidad de miel una vez combinados. La calidad quedará adulterada, pero el costo se abarata extraordinariamente. Se aumenta el porcentaje de producto de forma paralela pero, a su vez, si era miel pura, deja de serlo.
Por último, según su producción. Las condiciones a las que se somete la recolección de las abejas son importantes. La producción no tiene nada que ver y la presencia de exceso de azúcares, ausencia de beneficios, e incluso la detección de metales pesados en la miel, llega a ser constante.
Así que si estás pensando en comprar miel en Mercadona, Lidl, Aldi, El corte inglés, Alcampo, Carrefour, etc., ya sabes lo que tienes que mirar antes de echarla al carrito.