sábado, 23 noviembre 2024

Ryanair juega con los despidos y pone en riesgo las victorias laborales

En enero de este año y tras ocho meses de pulso con Ryanair, la aerolínea cedió y aceptó una reivindicación histórica de los sindicatos: contratos bajo legislación española para los tripulantes de cabina. Meses antes lo hizo con los pilotos. Una victoria laboral que ahora corre el riesgo de esfumarse, al menos para una parte de los empleados. En la negoción del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) la aerolínea ha propuesto la reubicación de los trabajadores en otros países; situación que conllevaría la pérdida de los contratos bajo la legislación española.

La aerolínea ha planteado un plan de recolocación para los trabajadores, ofreciendo traslados a bases en países como Polonia (donde se contrata a través de Buzz), a Croacia (donde se contrata a través de Air Malta) o a Reino Unido (donde se contrata a través de Ryanair DAC UK). Así lo avanzó en la pasada reunión la compañía; aunque será el próximo 30 de octubre cuando dé más explicaciones y ofrezca la documentación solicitada por el sindicato USO.

El principal problema de esta mediada –sin conocer aun la cifra de vacantes– es que los trabajadores de Ryanair pierden las condiciones y la legislación española, ya que se cambia de país, además de que no se mantendría tampoco la antigüedad porque sería una novación contractual.

También alertan del “intento de la low cost irlandesa de hacer pasar por traslados voluntarios algo que la legislación acoge como forzosos”. De ahí que tengan que tener una compensación remunerada y no lo ofrecido por la compañía aérea: “un billete de avión y posibilidad de embarcar con dos maletas”, según el sindicato.

“Juegan con el miedo a los despidos, el cierre de bases y con amenazas”, afirma Lidia Arasanz, secretaria de comunicación de USO, quien recuerda que ya ocurrió con la base de Girona y muchos trabajadores eligieron el traslado voluntario.

El ERE afecta a un total de 432 despidos, de los que 327 son tripulantes de cabina (TCP) y 105, pilotos. Del total, 220 corresponden a tripulantes contratados directamente por Ryanair; 85 a tripulantes contratados por la agencia Workforce, y otros 22 son tripulantes ligados a Crewlink. Todo ellos procedentes de las bases de Girona, Tenerife Sur, Las Palmas de Gran Canaria y Lanzarote, cuyo cierre está previsto para el próximo 8 de enero.

AÑOS DE LUCHA CONTRA RYANAIR

Misma situación es en la que se encontrarán los pilotos de la aerolínea que sean reubicados en otras bases. Estos perderán los derechos conseguidos hace tan solo un año tras varias huelgas y dos denuncias ante la Audiencia Nacional. Cabe recordar que, en octubre de 2018, su lucha consiguió que Ryanair cediese y llegase a un acuerdo con los pilotos, a través del cual la aerolínea se comprometía a aplicar la legislación española a los contratos laborales como tarde el 31 de enero de 2019.

Hecho que permitía a los 800 pilotos de la low cost irlandesa tener un contrato laboral bajo la legislación española. Ese mismo día también consiguieron otro hito: el reconocimiento como sindicato para el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla).

Un año después la situación de la compañía, con el cierre de bases y el anuncio de despidos, complica la situación de los colectivos laborales. De hecho, tras la negociación del ERE, USO ha asegurado a MERCA2 que se retomarán las negociaciones del convenio colectivo de los tripulantes de cabina.

“Está parado por el cierre de las bases”, señalan fuentes sindicales, quienes recuerdan que las últimas negociaciones “acabaron mal” porque Ryanair no aceptó algunas peticiones, como la de usar el castellano como lengua o elegir Madrid como lugar para reunirse a negociar.


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