La firma automovilística japonesa Nissan ha asegurado que no planea vender ninguna de sus plantas de producción en Europa, según han explicado fuentes de la compañía. El anuncio se ha producido este viernes, tras las informaciones adelantadas, el pasado jueves, por el diario Bloomberg. «En estos momentos, no hay planes para vender plantas en Europa», ubicadas en Barcelona y Reino Unido, han subrayado las mismas personas familiarizadas con el asunto. No obstante, las sociedad europea-japonesa no está pasando por su mejor momento. El escándalo del ex consejero delegado de Nissan, Carlos Ghosn, acusado de delitos financieros y las negociaciones fallidas de fusión con Fiat Chrysler han sido claves en este distanciamiento.
Al conocerse la noticia, la consellera de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Àngels Chacón, ha reafirmado que el grupo nipón no planea traspasar la planta de la Zona Franca de Barcelona. En una entrevista en Catalunya Ràdio, Chacón ha explicado que se ha puesto en contacto este viernes con la dirección general del fabricante de coches. «Yo lo primero que he hecho hoy a primera hora es hablar con la dirección general de Nissan, aquí, en Catalunya. Y evidentemente me han confirmado que es falso«, ha remarcado.
Sin embargo, la planta de la marca nipona en la Ciudad Condal no atraviesa su mejor momento. Primero perdió la producción de los modelos Nissan Pulsar y NV200. A continuación, se anunció la reducción de plantilla que afectó a más de 800 empleados (750 en Barcelona y 80 en su fábrica de piezas de Cantabria) porque la demanda de las pick up que produce, Nissan Navara, Mercedes Clase X y Renault Alaskan, han disminuido. Y es que, su volumen de compra desde enero a septiembre se ha situado por debajo de las 27.000 unidades, cayendo más del 20% respecto al mismo periodo del ejercicio pasado. Nissan Barcelona también fabrica la furgoneta eNV200 eléctrica. La suma de ambas producciones está muy lejos de su pico de capacidad (200.000 unidades al año), según ha señalado Expansión.
LA PLANTA DE BARCELONA ‘RESPIRA’
Chacón ha sostenido que «puede haber rumores y especulaciones» sobre el futuro de las plantas de Nissan en Barcelona, pero que la automovilística mantiene su compromiso con éstas. A principios de este mes, se conoció que Nissan estudiaba trasladar la producción de uno de sus modelos más icónicos, el Qashqai, a España si Reino Unido abandona la Unión Europea sin un acuerdo, según informó también Bloomberg.
Asimismo, se llevará a cabo una inversión de 70 millones de euros en una nueva planta de pintura en la Zona Franca. El motivo de su construcción se basa en el cumplimiento de las exigencias medioambientales de la UE. Aunque no han asegurado la continuidad de la eNV200 ni la concesión de nuevos modelos para incrementar la producción, por lo que la incertidumbre sobre su futuro se mantiene.
¿RUPTURA ENTRE NISSAN Y RENAULT?
Desde junio de este año se respira un ambiente tenso. El escándalo del ex consejero delegado de Nissan, Carlos Ghosn, acusado de delitos financieros y las negociaciones fallidas de fusión con Fiat Chrysler han sido claves en este distanciamiento. Renault encontró un aliado en Fiat en su la búsqueda por reforzar su posición, cuando el grupo italiano le propuso una fusión entre ambos fabricantes de automóviles europeos. Sin embargo, la negativa por parte de Nissan a respaldar nuevas negociaciones propició el desacuerdo entre ambas compañías.
El nombramiento de Makoto Uchida como nuevo CEO de la entidad asiática servirá para mantener la alianza con Renault, según señaló Moody´s. La agencia de calificación crediticia ha explicado que Uchida cuenta con una amplia experiencia en las relaciones con Renault, lo que ayudará a conservar dicha cooperación y a aumentar las sinergias entre las diferentes firmas.
Además, Emmanuel Macron, presidente de Francia, ofreció el pasado junio su apoyo político a la tensa alianza entre Renault y Nissan, pidiendo fortalecer la asociación. Macron señaló que el papel del gobierno francés es proteger a las grandes empresas y especialmente a sus empleados. «Queremos la alianza y la buena cooperación con los japoneses», agregó.
No es la primera vez que una unión europea-japonesa podría romper su relación. En 2015 la sociedad Suzuki-Volkswagen puso su fin, ya que las relaciones se enfriaron en 2011 cuando la compañía japonesa acordó comprar motores diésel a Fiat.