Cuando llega el otoño aparecen las naranjas en las fruterías. Esta fruta se puede consumir desde octubre hasta mayo, aunque no todas las variedades aumentan su producción durante todo este tramo de tiempo. España es un gran exportador de naranjas y su consumo sube en la Comunidad Valenciana, por delante de Murcia y Andalucía.
Al comprar naranjas, hay que tener en cuenta varios elementos. A veces se adquieren piezas que no tienen suficiente jugo o que no tienen ningún dulzor. Elegir las mejores parece todo un arte y te vamos a listar las mejores claves para elegir naranjas de calidad. ¡Prevenir el catarro es fácil con esta maravillosa fruta!
Las naranjas: fuente de salud
Un aspecto bueno es signo de garantía en cualquier compra que se realice. A la hora de elegir las piezas de naranjas en el mercado, hay que poner suma atención en su brillo y en que tengan la piel uniforme y tersa. Deben de estar prietas, pues la fruta blanda es signo de haber madurado en demasía.
El cáliz (la zona donde se une la naranja con el árbol) debe de estar verde. A poder ser, deberá tener un ramillete de hojas frescas, pues esto es signo de que las naranjas han sido recogidas no antes de 48 horas.
La naranja es una fruta rica en vitamina C que combate el catarro a la perfección.
La parte opuesta al cáliz (ombligo) no dice nada. Según la variedad, este será más grande o más pequeño (algunas ni lo tienen). Las pepitas son elementos a tener en cuenta. Una buena naranja de mesa no deberá tener ninguna pepita en su interior. Estas son muy incómodas a la hora de comerlas.
Las naranjas y la cocina
Las naranjas se toman peladas y solas, pero también se adaptan muy bien en la cocina, tanto para platos dulces como para salados. Otra variedad de naranja es la de zumo. Normalmente son de menor tamaño y tienen un tono menos intenso. La piel es más fina que la de mesa, por eso pelarla es más complicado. El ombligo de esta naranja es más pequeño (algunas no tienen) y suelen tener pepitas en su interior.
Pesa la naranja. La que más marque en la báscula, más zumo tendrá y esto es bueno, tanto para una que sea de zumo como para aquella que sea de mesa. El olfato es un sentido muy aventajado dentro del organismo y se debe de usar. Oler la naranja es fundamental. Las que desprenden un fuerte olor estarán dulces.
Hay que evitar comprar una bolsa cerrada. Lo mejor es escoger pieza a pieza para poder catalogar todos los elementos importantes.
Gracias a las diversas variedades de naranjas, se puede disfrutar durante casi todo el año de este manjar tan natural. Desde las primeras variedades, se pueden encontrar naranjas de calidad desde octubre hasta bien entrado el mes de mayo. Hay otros cítricos, como las clementinas, las mandarinas y las variedades especiales de naranja (sanguinas), que coinciden en varios períodos con las naranjas más clásicas y habituales.
Trucos para las naranjas
Cuando una naranja sale amarga, se puede endulzar añadiendo sal. El sabor cambiará de inmediato porque la sal hace que la acidez se reduzca.
Si se quiere hacer zumo y la fruta no desprende mucho, meterlas en el microondas durante diez segundos o bajo un chorro con agua caliente funciona. Si este truco no termina de ir bien, se puede hacer rodar a las naranjas en la encimera. Con esto se rompen las membranas y verterá mayor cantidad de zumo.
Para saber si se ha comprado una naranja de zumo de calidad, tiene que llenar medio vaso con su jugo.
La naranja aporta la organismo mucha vitamina C (refuerza el sistema inmunitario). Contiene vitaminas B1, B3, B6 y E. Dota de una gran aporte de antioxidantes. Su ingesta habitual puede evitar la aparición de cáncer.